lunes, 5 de mayo de 2014

Día Mundial de la Hipertensión Pulmonar: En busca de mayor comprensión

este cinco de mayo se celebra el Día Mundial de la Hipertensión Pulmonar. (Foto Archivo)
Disnea o dificultad para respirar, cansancio, sensación o pérdida de la conciencia (síncope y pre-síncope), palpitaciones, retención de líquidos con aumento de volumen en las piernas, son algunos de los síntomas y signos que pueden alertar a las personas sobre la presencia de Hipertensión Pulmonar.
En la actualidad no existen datos oficiales en el país acerca del número de personas afectadas por esta enfermedad, poco frecuente y de grave pronóstico. Pero los registros mundiales refieren una incidencia de 15 personas por cada millón de habitantes que, en el caso de Venezuela, representa un estimado de 450 venezolanos con Hipertensión Pulmonar, según calcula el Dr. Santiago Guzmán, neumonólogo internista del Hospital José Gregorio Hernández y especialista en la materia.
En el marco del Día Mundial de la Hipertensión Pulmonar que se celebra este cinco de mayo, uno de los principales retos en el país se enfoca hacia una mayor comprensión de la enfermedad, como lo reconoció Guzman, afirmando que “hay poco conocimiento, incluso entre los médicos, pero progresivamente ha aumentado desde que existen las fundaciones de apoyo a estos pacientes, que han contribuido a su divulgación”.
Guzmán advirtió de algunos síntomas que deben ser señales de alerta, pues suelen ser confundidos con afecciones cardíacas o respiratorias: “Si no encuentra causas para la disnea, como por ejemplo en pacientes con asma o un fumador, esto tendría que ponerlo sobre aviso. Un joven que presenta cansancio, hallazgos de problemas en el lado derecho del corazón, con datos en los exámenes a mano de una arteria pulmonar grande, son signos de alerta”.
El diagnóstico certero de la Hipertensión Pulmonar y la pronta adherencia del paciente al tratamiento mejoran la expectativa y calidad de vida de la persona. Cuando el paciente no es tratado farmacológicamente su expectativa de vida puede ser de dos años; mientras que luego de ser diagnosticado, recibir el tratamiento y ser consecuente con la terapia puede llegar a vivir 10 o 15 años más, según reconoce el especialista Guzmán.
Una cirugía puede salvar vidas
Existe un tipo de Hipertensión Pulmonar, la Tromboembólica Crónica, que es curable cuando el paciente puede ser operado, ya que no todos los casos admiten cirugía, según explicó el Dr. Guzmán y consiste en la restricción del flujo sanguíneo a los pulmones, producida por obstrucciones. “Los casos que van a cirugía son los curables y casi todos los pacientes evolucionan satisfactoriamente. En el grupo de los que no son operables se encuentran aquellos pacientes que tienen en las arterias muchos trombos, muy pequeños, que son más difíciles de extraer. Estos pacientes deben ir a tratamiento médico”, afirmó el especialista.
En Venezuela existen pocos centros para la detección de la enfermedad, pues no todos realizan el cateterismo derecho que se requiere para la confirmación del diagnóstico. Y en el caso de los pacientes que van a cirugía, ésta debe realizarse fuera del país, ante la ausencia de especialistas y de centros de referencia especializados.
Este hecho constituye otro de los retos para el tratamiento de la enfermedad en Venezuela. La buena noticia es que Bayer se encuentra trabajando en el desarrollo de un programa de entrenamiento para que los médicos se capaciten en el tipo de cirugía requerido para la Hipertensión Pulmonar Tromboembólica Crónica. “Si esto se logra, a futuro se puede conformar un equipo de cirujanos. Tenemos especialistas en Hipertensión Pulmonar para el diagnóstico y el tratamiento, pero no cirujanos cardiovasculares que operen a estos pacientes”, culminó Guzmán.

OPINIÓN/ Objetivo del fascismo: penetrar, implotar, incendiar a la UBV

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Por Humberto Gómez García/ Caracola/
Dentro de los objetivos “políticos” del fascismo paramilitar venido de Colombia y asumido a plenitud por los grupos juveniles que han sido captados, lavados sus cerebros en los cursillos y talleres de los campamentos de entrenamiento de México, Colombia, Estados Unidos, etc. donde se les impartió una formación parapolítica y paramilitar, abiertamente fascista, y reproducidos entre los grupos y células de Javu, Primero (In) justicia, Voluntad (In) Popular…, están las universidades creadas por la Revolución Bolivariana en estos 15 años. Precisamente 15 universidades atacadas y núcleos totalmente destruido como ocurrió con la sede de la UNEFA en la ciudad de San Cristóbal, estado Táchira.
Ya prácticamente al final del golpe “suave”, cuando nuestro pueblo y gobierno revolucionario ha derrotado la insurrección de la clase media y de la oligarquía, los grupos y células más extremistas, dirigidas desde el exterior y, por supuesto, por la Malinche Corina Machado y el vámpiro Ledezma, pretenden mantener viva su moribunda insurrección golpista y su objetivo de tratar de dañar a la Universidad Bolivariana de Venezuela UBV, desde los graves daños causados a la sede de esta universidad en San Cristóbal hasta la participación de una célula de estudiantes de diferentes PFG de la sede de Los Chaguaramos que tuvieron una activísima actuación en las guarimbas del este de Caracas, hechos que ellos mismos se encargaban de promocionar en sus Facebook, Twitters, blogs, con abundancia de fotos.
Por lo menos cinco estudiantes de la UBV participaron abiertamente en acciones violentas de las guarimbas del este de Caracas. Sus fotos aparecieron en diversos facebook jactándose de su actitud criminal y terrorista. ¿Qué esperan las autoridades para tomar la decisión de expulsión de estos estudiantes que con su infame actitud enlodan a la UBV y de su condición de estudiantes que con su actitud niegan?
La Universidad Bolivariana de Venezuela atraviesa un momento de peligro ante la ofensiva de la derecha fascista que pretende llevar a su seno sus políticas violentas, sus guarimbas y agresiones físicas a miembros de la comunidad universitaria y amenazas de muertes a líderes estudiantiles.
El grupúsculo paramilitar y fascista mal llamado voluntad popular, como parte del golpe prolongado se trazó como objetivo penetrar la UBV creando grupos con estudiantes y empleados administrativos militantes suyos que están en la Universidad para, desde adentro, tratar de deslegitimar al gobierno revolucionario del Presidente Nicolás Maduro, desmoralizar al movimiento estudiantil y de trabajadores chavista y bolivariano de esta casa de estudios, tratando de crear condiciones para una implosión interna.
Hay que señalar dentro de su estrategia terrorista varias de sus actuaciones de los últimos días. Golpes y amenazas de muerte gestualmente y por medios de escritos anónimos a un dirigente estudiantil revolucionario. Reparto de volantes firmados por el grupúsculo voluntad impopular atacando la Revolución y al estudiantado revolucionario, distribución de volantes a nombre de un inexistente MRJ, conocido en la UCV –de donde vienen los violentos– como Movimiento de Renovación Juvenil. Exposición pública en fotografías de una trabajadora activista de los grupos fascistas que labora en Talento Humano de la UBV, en su Facebook con grupos vestidos con símbolos opositores y franelas del grupo fascista ya mencionado.
La opositora trabaja en un puesto clave y estratégico como es Analista I de la Unidad de Ingresos de la Dirección General de Talento Humano, pudiendo presumirse que esté haciendo trabajo de inteligencia con la data de la comunidad universitaria para pasarla al enemigo y así afectar y perseguir a estudiantes, profesores y trabajadores chavistas que son mayoría en la UBV. ¿Por qué las autoridades no han actuado ante un hecho tan extremadamente grave y sacado de ese puesto a la activista de derecha?
Ahora en un acto de asombrosa temeridad el grupúsculo fascista tuvo el tupé de pretender sacar de la UBV el sábado 26 de abril una marcha de supuestos estudiantes revolucionarios ubevistas hacia Chacao protestando contra la correcta Reforma Educativa que impulsa el Gobierno Revolucionario.
¿Por qué la derecha da ese enorme salto al vacío, pretendiendo dar la sensación de tener una fuerza cuando no cuenta con absolutamente nada dentro de la universidad que fundó el Comandante Supremo Hugo Chávez Frías?
Porque las universidades creadas por la Revolución son ahora el objetivo político y militar de la derecha fascista, baste ver la destrucción de la sede de la UNEFA en San Cristóbal, universidad que la derecha nunca ha podido penetrar ni con estudiantes ni con profesores o trabajadores. En la UBV hay algunos estudiantes, trabajadores y profesores radicalmente de derecha y creen ha llegado su momento de hacerle daño a la institución bandera de la Revolución Bolivariana creada por el Comandante Supremo.
Pero ¿qué paso este 26 de abril? El objetivo era ahora, por lo visto, tratar de incendiar la sede de la UBV en Los Chaguaramos como ocurrió con la UNEFA en Táchira. Las fuerzas del orden (GNB) y el poder popular estudiantil y de trabajadores de la UBV descubrieron un vehículo cargados de cauchos y de otros elementos de guerra. Se detectó a varias y varios estudiantes que penetraron a la sede de la UBV con sus mochilas repletas de bombas molotov.
Se pudo detener la agresión, se conjuró un crimen horrendo pero eso le plantea a la comunidad universitaria ubevista la necesidad de aumentar la organización estudiantil, de trabajadores, y el exhorto y la exigencia a las autoridades rectorales para que actúen y se hagan sentir más como tales, que se pongan al frente, que actúen como verdaderos líderes en este momento crucial por el que atraviesa la institución creada por el comandante Hugo Chávez.
Hay que sacar a los fascistas de la UBV, allí no tienen cabida. Ese es un espacio para el debate y la confrontación de las ideas, no para la conspiración ni la subversión.
humbertocaracola@gmail.com
@hgcaracola

Entregan Orden Juan Francisco de León y la Orden Cacique Guaicaipuro a Eliézer Otaiza + Fotos

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Autoridades de Caracas hicieron entrega de la Orden Juan Francisco de León y la Orden Cacique Guaicaipuro, ambas en su Primera Clase postmorten al Teniente-Coronel Eliézer Otaiza
Desde la sede de la Asamblea Nacional, en Capilla Ardiente este miércoles, la Jefa de Gobierno del Distrito Capital, Jacqueline Faria, el Alcalde de Caracas, Jorge Rodríguez y los Concejales del Municipio Bolivariano Libertador, despidieron al Presidente de la Cámara Municipal de Caracas.
La condecoración fue recibida por su hermano Juan Carlos Otaiza Castillo y su hijo Jorge Eliézer Otaiza, ante la presencia de familiares, amigos y representantes del Gobierno.
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Por su parte, la Jefa de Gobierno del Distrito Capital entregó orden Cacique Guaicaipuro a la madre de Eliézer Otaiza.
Muchas personas se acercaron a las afueras del Palacio Legislativo para darle el último adiós al combatiente Eliézer Otaiza, quien estuvo en capilla ardiente durante dos días en la Asamblea Nacional.
El presidente Nicolás Maduro honró su memoria con un ascenso post morten, al rango de Teniente-Coronel, por su heroica carrera, dentro del proceso revolucionario.
Las órdenes que le fueran otorgadas, fueron recibidas por su hermano el Capitán, Juan Carlos Otaiza y su hijo Jorge Eliezer Otaiza. Durante la ceremonia los cantantes, Yadira Pírela y Jesús Mijares rindieron honores interpretando los temas, El Elegido y Un Canto a la Vida, para despedir al compatriota y luchador Revolucionario.
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Patriota y Revolucionario
Eliézer Otaiza, fue un hombre que destacó en el pueblo venezolano, por su gran trabajo, disposición y colaboración con quienes más lo necesitaron. Fortaleció el deporte e hizo un trabajo destacado durante su gestión dentro del Proceso Revolucionario, desde temprana edad.
Dedicó su vida a sembrar principios éticos y revolucionario, participó en la creación del Movimiento Quinta República, impulsó el Plan Caracas Rueda Libre, para masificar el ciclismo y la recreación del pueblo venezolano en espacios públicos recuperados.
El pueblo despidió al  Teniemte Coronel Otaiza
El pueblo despidió al Teniemte Coronel Otaiza
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Presidente Nicolás Maduro: el asesinato de Eliézer Otaiza fue político + video

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Prens Presidencial/ Yosep Montes
Por Carlos Machado Villanueva / El Peatón
Caracas, 01 may.-El presidente Nicolás Maduro denunció este jueves que se trató de un asesinato político el cometido en la persona del dirigente revolucionario Eliécer Otaiza y que sus autores intelectuales lo planificaron con el formato de “falso positivo” de manera que pareciese un asesinato del hampa común y así evitar que las investigaciones policiales esclarezcan la verdad de los hechos, con lo cual estarían contribuyendo algunos periodistas identificados con la oposición.
“El asesinato de Otaiza lo alentaron desde Miami sectores que asaltaron el poder en el pasado; lo estuvieron planificando por meses”, dijo ante una multitudinaria concentración en la Plaza O´Leary de trabajadores en celebración del Primero de Mayo
Maduro sostuvo que posee mucha información de cómo fue planificado el abominable crimen, pero que debe mantener la prudencia necesaria para contribuir con las investigaciones policiales.
“Pero lo que sí puedo denunciar es que hoy un grupo de periodistas comenzaron a difundir una versión tratando de asesinar moralmente a Otaiza. Porque Otaiza no merecía morir. Otaiza fue torturado antes de morir, fue martirizado antes morir. Nadie me va a hacer callar esta verdad, ni burócratas ni periodistas tarifados”.
El jefe de Estado puntualizó que “cuando sabemos tanto hay más responsabilidades”.
“Yo tengo conciencia de que por ser presidente debo ser prudente. Si yo fuera diputado no me pararía nada, pero yo tengo que ser justo y prudente”.
Denunció que “ahora periodistas tarifados de la derecha que no respetan la verdad, ni la de los muertos, pretenden imponer versiones”.
“Pero vamos a saber la verdad de los sicarios que asesinaron a Otaiza. No habrá policías, no habrá periodistas que puedan impedirlo”, dijo,  en alusión a la versión que dieron los policías que hallaron el cadáver de Otaiza.
Cabe señalar, que estos funcionarios pertenecen a la Policía del Municipio El hatillo, gobernado por un alcalde del partido Voluntad Popular, David Smolansky, cuyo máximo jefe Leopoldo López permanece en prisión por vinculársele con los hechos de violencia política callejera acaecidos en unos pocos municipios de Venezuela bajo su control político, que dejaron un saldo de 41 personas muertas y que dieron en llamar “La salida”.
“Yo sigo llamando al pueblo a no dejarse provocar. Sigo llamando al pueblo a la movilización, a la batalla diaria de la verdad, a la batalla diaria de las ideas”.

Cuba está de luto: Murió Juan Formell

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03/05/2014.- La noticia cae con esa fuerza más sobre la cultura nacional: Juan Formell, el legendario director, bajista, arreglista, compositor y cantante de Los Van Van, murió repentinamente este jueves (01 de mayo) mientras se encontraba hospitalizado en La Habana.
Contaba 71 años de edad, y había dedicado toda la vida a hacer de la música un modo de entretenimiento popular y enriquecimiento del espíritu. Sus cenizas estarán expuestas en el lobby del Teatro Nacional de Cuba este viernes 2 de Mayo entre la 1.00 y las 7.00 pm, para que los cubanos puedan pasar pasar a rendirle merecido homenaje.
Formell murió debido a las complicaciones de un padecimiento hepático que lo mantuvieron durante la última semana internado en un hospital de la capital cubana, según declaró a la prensa su hijo Samuel Formell.
“Realmente el hígado no le estaba funcionando bien, había tenido sangrados y la hemoglobina le había bajado”, indicó Samuel, uno de los seis hijos del artista. “Todavía no me lo puedo creer, ayer (miércoles) por la tarde escuchó música conmigo, pero después empeoró”, añadió.
De acuerdo con una nota emitida por el Instituto Cubano de la Música, artistas de todos los géneros protagonizarán el próximo sábado 3 de mayo una Cantata por Formell, en los espacios más emblemáticos de todo el país. En La Habana, este homenaje tendrá lugar en el Parque Trillo.
Talento excepcional
Formell había nacido en La Habana el dos de agosto de 1942. Realizó sus primeros estudios musicales con su padre Francisco Formell, y los continuó después de manera autodidacta. En su formación como compositor e instrumentista de guitarra bajo pudo contar con la orientación de prestigiosos músicos cubanos como Félix Guerrero, Rafael Somavilla, Armando Romeu, Antonio Taño y Orestes Urfé.
En su carrera profesional trabajó en diversas agrupaciones musicales, entre ellas la de Pedro Jústiz (Peruchín), la de Guillermo Rubalcaba y la orquesta de Carlos Faxas, donde se inició como orquestador y compositor con títulos como “Y ya lo sé”, “De mis recuerdos”, “Lo material” y “Yo soy tu luz”, que interpretara la cantante cubana Elena Burke.
Fue muy importante en su desarrollo artístico su incorporación a la Orquesta Revé en 1967, donde realizó valiosos aportes estilísticos y estructurales a las orquestas charangueras cubanas, como fue la incorporación del bajo eléctrico y la organeta (teclado) en sustitución del contrabajo y el piano acústico, el tratamiento rítmico y amplificación acústica en los violines, el empleo de la flauta de sistema y la batería que sustituyeron a la flauta de cinco llaves y las pailas, el trabajo vocal a tres voces en lugar del unísono, entre otros.
Creaciones como “El martes”, “Yuya Martínez”, “Qué bolá, qué bollón”, “La flaca”, “Te lo gastaste todo” y “El jueves”, son algunas de las más representativas de esta etapa.
Fue a finales de 1969 que creó Los Van Van, con los cuales continuó y amplió su labor creativa, apoyándose ahora, fundamentalmente, en el aprovechamiento máximo de los recursos expresivos del Son. De esta orientación surgió el Songo, denominación que él y José Luis Quintana (Changuito) dieron a un nuevo ritmo, que ha resultado determinante en su creación posterior. En 1981 incluyó los trombones en su charanga para reforzar el registro central de su orquesta.
De esta etapa con Los Van Van que se extiende hasta nuestros días encontramos muchas de sus más famosas creaciones como “Te traigo”, “Chirrín chirrán”, “Llegué, llegué”, “Que no, que no”, “El baile del buey cansao”, “Por encima del nivel”, “La Habana no aguanta más”, “Anda ven y muévete”, “Artesanos del espacio”, “La titilaría”, “El negro no tiene ná”, entre otras muchas.
Conjuntamente con su trabajo creativo dentro de la música bailable, Formell mantuvo su labor creativa dentro de la línea de la canción y musicalizó poemas de Nicolás Guillén como” Cuando yo vine a este mundo”, pertenecientes a la serie Mi son entero; escribió música para el teatro (La barbacoa, dirigida por Abraham Rodríguez, 1984 y Vivir en Santa Fe, del dramaturgo Nicolás Dorr, 1986); para el cine compuso la banda sonora de Los pájaros tirándole a la escopeta, del realizador Rolando Díaz, 1984; y para la televisión La rueda de casino, de José Milián, 1992.
Formell y su orquesta grabaron numerosos discos con EGREM y otras discográficas y obtuvieron en 1999 el Premio Grammy con su CD “Llegó… Van Van” (Van Van is here).
En marzo de 2010 recibió el Doctorado Honoris Causa del Instituto Superior de Arte, en reconocimiento a sus contribuciones a la cultura cubana y en particular por su la labor desplegada al frente de la orquesta líder de la música popular bailable de la Isla.
Además, en 2013 la Academia Latina de Grabación decidió reconocerlo con el Premio Especial a la Excelencia Musical, lauro que enaltece “a artistas que han realizado contribuciones creativas de importancia en sus carreras”. De él, dijo entonces la Academia: “Juan Formell es la verdadera definición de un innovador de la música”.
 Al recibir el premio, Formell expresó:
”Mi vida ha estado enteramente consagrada a la música y solo cobra sentido cuando la gente la hace suya y la disfruta. En el orden artístico he recibido varios premios, entre ellos el Nacional de la Música, que me llena de orgullo. Agradezco a la Academia Latina el gesto de distinguirme, en particular porque un reconocimiento de este tipo no solo potencia en este hemisferio mi obra y la de Los Van Van, sino también a la vanguardia de la música cubana”.
Tomado de:Prensa del Sur

Rusia: “Occidente introduce un bloqueo informativo sobre Ucrania”

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Occidente ha introducido un bloqueo informativo sobre los trágicos acontecimientos que vive Ucrania, afirmó el Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia.
04/05/2014.- “Mientras los castigadores ucranianos realizan sus operaciones en el este del país, […] Occidente ha introducido efectivamente un bloqueo informativo sobre los trágicos acontecimientos [que suceden] en el país”, afirmó el ministerio.
¿De qué libertad de expresión y libertad de prensa se puede hablar en esas condiciones? Los diplomáticos rusos opinan que “es significativo que incluso en la OSCE nadie sepa que se derrama sangre en Ucrania y que las tropas disparan contra civiles desarmados”.
Pese a las pruebas que confirman que fueron los manifestantes que apoyan al Gobierno autoproclamado de Kiev los autores del incendio de Odesa, en el que 46 personas murieron y más de 200 resultaron heridas, los medios occidentales continúan divulgando información ambigua al respecto.

Asesinado a tiros en Caracas un escolta de Maduro

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El miembro del equipo de seguridad del presidente de Venezuela fue alcanzado por los disparos procedentes de un coche cuando conducía por una autopista
El integrante de la escolta presidencial de Venezuela teniente Marco Cortez, de 29 años, ha muerto este domingo tiroteado por desconocidos desde un automóvil cuando él conducía por una autopista de Caracas, informó el Ministerio Público.
“De acuerdo con información preliminar, Cortez se desplazaba en su vehículo por la autopista Valle-Coche (…) cuando presuntamente desde otro automóvil en marcha le habrían disparado”, dijo la Fiscalía en un comunicado. El teniente fue trasladado al Hospital Militar, “lugar al que ingresó sin signos vitales”, añadió el texto oficial.
El funcionario fue atacado a tiros cuando iba de su vehículo, un Toyota Yaris, aproximadamente a las 5 de la mañana de hoy, informó el periódico venezolano El Universal. Cortez salía de una fiesta en el Club de Suboficiales (Clusofa) de Las Mayas, en compañía de su esposa y un hermano, con dirección a Los Teques, donde residía.
Según informó ese periódico de Caracas, le dispararon tres veces y quedó herido. La dama y su hermano resultaron ilesos. Y luego fue trasladado al hospitalito de Fuerte Tiuna, donde falleció.
Si bien las primeras informaciones indican que se trataría de un intento de robo, “las investigaciones están en curso”.
Cortez llevaba seis años trabajando en la seguridad de la Presidencia de la República, por lo que también formó parte “de los anillos de seguridad” del fallecido presidente Hugo Chávez, antecesor de Nicolás Maduro, añadió la versión de prensa.
El asesinato de Cortez se produce una semana después de que muriera acribillado Eliécer Otaiza, exdirector de Inteligencia en los tiempos del Comandante Hugo Chávez y en la actualidad era presidente del Presidente del Concejo Municipal deLibertador. Otaiza  fue torturado brutalmente por sus agresores y  su cadaver fue hallado el sábado 26 de abril en  El Hatillo, pero fue identificado el lunes porque su rostro estaba golpeado y a simple vista no podía ser reconocido.Estaba en un barranco, sólo con ropa interior  y zapatos, con las manos hacia atrás. Presentaba cuatro tiros. Al respecto, el presidente Nicolás Maduro, ha expuesto que todo indica que se trató de un asesinato político  “alentado por personas que tuvieron el poder en Venezuela en el pasado y que hoy se encuentran en Miami (Estados Unidos). No puedo abundar en detalles”, indicó el mandatario el pasado jueves en alusión al crimen de Eliécer Otaiza.
Por su parte, el ministro del poder popular para Relaciones Interiores, Justicia y Paz, Miguel Rodríguez Torres, denunció que los hechos violentos que propicia la ultraderecha en el país son ejecutados por fases, destacando que “en estos momentos entran en el método del terrorismo y asesinato selectivo, como el que fue llevado a cabocontra el presidente del Consejo Municipal, Eliécer Otaiza

“El mejor oficio del mundo”, un discurso sin desperdicio de Gabriel García Márquez

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Discurso de Gabriel García Márquez ante la 52ª Asamblea de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), Los Ángeles, EE.UU., 7 octubre 1996:
“A una universidad colombiana se le preguntó cuáles son las pruebas de aptitud y vocación que se hacen a quienes desean estudiar periodismo y la respuesta fue terminante: “Los periodistas no son artistas”. Estas reflexiones, por el contrario, se fundan precisamente en la certidumbre de que el periodismo escrito es un género literario.
Hace unos cincuenta años no estaban de moda las escuelas de periodismo. Se aprendía en las salas de redacción, en los talleres de imprenta, en el cafetín de enfrente, en las parrandas de los viernes. Todo el periódico era una fábrica que formaba e informaba sin equívocos, y generaba opinión dentro de un ambiente de participación que mantenía la moral en su puesto. Pues los periodistas andábamos siempre juntos, hacíamos vida común, y éramos tan fanáticos del oficio que no hablábamos de nada distinto que del oficio mismo. El trabajo llevaba consigo una amistad de grupo que inclusive dejaba poco margen para la vida privada. No existían las juntas de redacción institucionales, pero a las cinco de la tarde, sin convocatoria oficial, todo el personal de planta hacía una pausa de respiro en las tensiones del día y confluía a tomar el café en cualquier lugar de la redacción. Era una tertulia abierta donde se discutían en caliente los temas de cada sección y se le daban los toques finales a la edición de mañana. Los que no aprendían en aquellas cátedras ambulatorias y apasionadas de veinticuatro horas diarias, o los que se aburrían de tanto hablar de los mismo, era porque querían o creían ser periodistas, pero en realidad no lo eran.
El periódico cabía entonces en tres grandes secciones: noticias, crónicas y reportajes, y notas editoriales. La sección más delicada y de gran prestigio era la editorial. El cargo más desvalido era el de reportero, que tenía al mismo tiempo la connotación de aprendiz y cargaladrillos. El tiempo y el mismo oficio han demostrado que el sistema nervioso del periodismo circula en realidad en sentido contrario. Doy fe: a los diecinueve años -siendo el peor estudiante de derecho- empecé mi carrera como redactor de notas editoriales y fui subiendo poco a poco y con mucho trabajo por las escaleras de las diferentes secciones, hasta el máximo nivel de reportero raso.
La misma práctica del oficio imponía la necesidad de formarse una base cultural, y el mismo ambiente de trabajo se encargaba de fomentarla. La lectura era una adicción laboral. Los autodidactas suelen ser ávidos y rápidos, y los de aquellos tiempos lo fuimos de sobra para seguir abriéndole paso en la vida al mejor oficio del mundo… como nosotros mismos lo llamábamos. Alberto Lleras Camargo, que fue periodista siempre y dos veces presidente de Colombia, no era ni siquiera bachiller.
La creación posterior de las escuelas de periodismo fue una reacción escolástica contra el hecho cumplido de que el oficio carecía de respaldo académico. Ahora ya no son sólo para la prensa escrita sino para todos los medios inventados y por inventar.
Pero en su expansión se llevaron de calle hasta el nombre humilde que tuvo el oficio desde sus orígenes en el siglo XV, y ahora no se llama periodismo sino Ciencias de la Comunicación o Comunicación Social. El resultado, en general, no es alentador. Los muchachos que salen ilusionados de las academias, con la vida por delante, parecen desvinculados de la realidad y de sus problemas vitales, y prima un afán de protagonismo sobre la vocación y las aptitudes congénitas. Y en especial sobre las dos condiciones más importantes: la creatividad y la práctica.
La mayoría de los graduados llegan con deficiencias flagrantes, tienen graves problemas de gramática y ortografía, y dificultades para una comprensión reflexiva de textos. Algunos se precian de que pueden leer al revés un documento secreto sobre el escritorio de un ministro, de grabar diálogos casuales sin prevenir al interlocutor, o de usar como noticia una conversación convenida de antemano como confidencial. Lo más grave es que estos atentados éticos obedecen a una noción intrépida del oficio, asumida a conciencia y fundada con orgullo en la sacralización de la primicia a cualquier precio y por encima de todo. No los conmueve el fundamento de que la mejor noticia no es siempre la que se da primero sino muchas veces la que se da mejor. Algunos, conscientes de sus deficiencias, se sienten defraudados por la escuela y no les tiembla la voz para culpar a sus maestros de no haberles inculcado las virtudes que ahora les reclaman, y en especial la curiosidad por la vida.
Es cierto que estas críticas valen para la educación general, pervertida por la masificación de escuelas que siguen la línea viciada de lo informativo en vez de lo formativo. Pero en el caso específico del periodismo parece ser, además, que el oficio no logró evolucionar a la misma velocidad que sus instrumentos, y los periodistas se extraviaron en el laberinto de una tecnología disparada sin control hacia el futuro. Es decir, las empresas se han empeñado a fondo en la competencia feroz de la modernización material y han dejado para después la formación de su infantería y los mecanismos de participación que fortalecían el espíritu profesional en el pasado. Las salas de redacción son laboratorios asépticos para navegantes solitarios, donde parece más fácil comunicarse con los fenómenos siderales que con el corazón de los lectores. La deshumanización es galopante.
No es fácil entender que el esplendor tecnológico y el vértigo de las comunicaciones, que tanto deseábamos en nuestros tiempos, hayan servido para anticipar y agravar la agonía cotidiana de la hora del cierre. Los principiantes se quejan de que los editores les conceden tres horas para una tarea que en el momento de la verdad es imposible en menos de seis, que les ordenan material para dos columnas y a la hora de la verdad sólo les asignan media, y en el pánico del cierre nadie tiene tiempo ni humor para explicarles por qué, y menos para darles una palabra de consuelo. “Ni siquiera nos regañan”, dice un reportero novato ansioso de comunicación directa con sus jefes. Nada: el editor que antes era un papá sabio y compasivo, apenas si tiene fuerzas y tiempo para sobrevivir él mismo a las galeras de la tecnología.
Creo que es la prisa y la restricción del espacio lo que ha minimizado el reportaje, que siempre tuvimos como el género estrella, pero que es también el que requiere más tiempo, más investigación, más reflexión, y un dominio certero del arte de escribir. Es en realidad la reconstitución minuciosa y verídica del hecho. Es decir: la noticia completa, tal como sucedió en la realidad, para que el lector la conozca como si hubiera estado en el lugar de los hechos.
Antes que se inventaran el teletipo y el télex, un operador de radio con vocación de mártir capturaba al vuelo las noticias del mundo entre silbidos siderales, y un redactor erudito las elaboraba completas con pormenores y antecedentes, como se reconstruye el esqueleto entero de un dinosaurio a partir de una vértebra. Sólo la interpretación estaba vedada, porque era un dominio sagrado del director, cuyos editoriales se presumían escritos por él, aunque no lo fueran, y casi siempre con caligrafías célebres por lo enmarañadas. Directores históricos tenían linotipistas personales para descifrarlas.
Un avance importante en este medio siglo es que ahora se comenta y se opina en la noticia y en el reportaje, y se enriquece el editorial con datos informativos. Sin embargo, los resultados no parecen ser los mejores, pues nunca como ahora ha sido tan peligroso este oficio. El empleo desaforado de comillas en declaraciones falsas o ciertas permite equívocos inocentes o deliberados, manipulaciones malignas y tergiversaciones venenosas que le dan a la noticia la magnitud de un arma mortal.
Las citas de fuentes que merecen entero crédito, de personas generalmente bien informadas o de altos funcionarios que pidieron no revelar su nombre, o de observadores que todo lo saben y que nadie ve, amparan toda clase de agravios impunes. Pero el culpable se atrinchera en su derecho de no revelar la fuente, sin preguntarse si él mismo no es un instrumento fácil de esa fuente que le transmitió la información como quiso y arreglada como más le convino. Yo creo que sí: el mal periodista piensa que su fuente es su vida misma -sobre todo si es oficial- y por eso la sacraliza, la consiente, la protege, y termina por establecer con ella una peligrosa relación de complicidad, que lo lleva inclusive a menospreciar la decencia de la segunda fuente.
Aun a riesgo de ser demasiado anecdótico, creo que hay otro gran culpable en este drama: la grabadora. Antes de que ésta se inventara, el oficio se hacía bien con tres recursos de trabajo que en realidad eran uno sólo: la libreta de notas, una ética a toda prueba, y un par de oídos que los reporteros usábamos todavía para oír lo que nos decían. El manejo profesional y ético de la grabadora está por inventar. Alguien tendría que enseñarles a los colegas jóvenes que la casete no es un sustituto de la memoria, sino una evolución de la humilde libreta de apuntes que tan buenos servicios prestó en los orígenes del oficio. La grabadora oye pero no escucha, repite -como un loro digital- pero no piensa, es fiel pero no tiene corazón, y a fin de cuentas su versión literal no será tan confiable como la de quien pone atención a las palabras vivas del interlocutor, las valora con su inteligencia y las califica con su moral. Para la radio tiene la enorme ventaja de la literalidad y la inmediatez, pero muchos entrevistadores no escuchan las respuestas por pensar en la pregunta siguiente.
La grabadora es la culpable de la magnificación viciosa de la entrevista. La radio y la televisión, por su naturaleza misma, la convirtieron en el género supremo, pero también la prensa escrita parece compartir la idea equivocada de que la voz de la verdad no es tanto la del periodista que vio como la del entrevistado que declaró. Para muchos redactores de periódicos la transcripción es la prueba de fuego: confunden el sonido de las palabras, tropiezan con la semántica, naufragan en la ortografía y mueren por el infarto de la sintaxis. Tal vez la solución sea que se vuelva a la pobre libretita de notas para que el periodista vaya editando con su inteligencia a medida que escucha, y le deje a la grabadora su verdadera categoría de testigo invaluable. De todos modos, es un consuelo suponer que muchas de las transgresiones éticas, y otras tantas que envilecen y avergüenzan al periodismo de hoy, no son siempre por inmoralidad, sino también por falta de dominio profesional.
Tal vez el infortunio de las facultades de Comunicación Social es que enseñan muchas cosas útiles para el oficio, pero muy poco del oficio mismo. Claro que deben persistir en sus programas humanísticos, aunque menos ambiciosos y perentorios, para contribuir a la base cultural que los alumnos no llevan del bachillerato. Pero toda la formación debe estar sustentada en tres pilares maestros: la prioridad de las aptitudes y las vocaciones, la certidumbre de que la investigación no es una especialidad del oficio sino que todo el periodismo debe ser investigativo por definición, y la conciencia de que la ética no es una condición ocasional, sino que debe acompañar siempre al periodismo como el zumbido al moscardón.
El objetivo final debería ser el retorno al sistema primario de enseñanza mediante talleres prácticos en pequeños grupos, con un aprovechamiento crítico de las experiencias históricas, y en su marco original de servicio público. Es decir: rescatar para el aprendizaje el espíritu de la tertulia de las cinco de la tarde.
Un grupo de periodistas independientes estamos tratando de hacerlo para toda la América Latina desde Cartagena de Indias, con un sistema de talleres experimentales e itinerantes que lleva el nombre nada modesto de Fundación para un Nuevo Periodismo Iberoamericano. Es una experiencia piloto con periodistas nuevos para trabajar sobre una especialidad específica -reportaje, edición, entrevistas de radio y televisión, y tantas otras- bajo la dirección de un veterano del oficio.
En respuesta a una convocatoria pública de la Fundación, los candidatos son propuestos por el medio en que trabajan, el cual corre con los gastos del viaje, la estancia y la matrícula. Deben ser menores de treinta años, tener una experiencia mínima de tres, y acreditar su aptitud y el grado de dominio de su especialidad con muestras de las que ellos mismos consideren sus mejores y sus peores obras.
La duración de cada taller depende de la disponibilidad del maestro invitado -que escasas veces puede ser de más de una semana-, y éste no pretende ilustrar a sus talleristas con dogmas teóricos y prejuicios académicos, sino foguearlos en mesa redonda con ejercicios prácticos, para tratar de transmitirles sus experiencias en la carpintería del oficio. Pues el propósito no es enseñar a ser periodistas, sino mejorar con la práctica a los que ya lo son. No se hacen exámenes ni evaluaciones finales, ni se expiden diplomas ni certificados de ninguna clase: la vida se encargará de decidir quién sirve y quién no sirve.
Trescientos veinte periodistas jóvenes de once países han participado en veintisiete talleres en sólo año y medio de vida de la Fundación, conducidos por veteranos de diez nacionalidades. Los inauguró Alma Guillermoprieto con dos talleres de crónica y reportaje. Terry Anderson dirigió otro sobre información en situaciones de peligro, con la colaboración de un general de las Fuerzas Armadas que señaló muy bien los límites entre el heroísmo y el suicidio. Tomás Eloy Martínez, nuestro cómplice más fiel y encarnizado, hizo un taller de edición y más tarde otro de periodismo en tiempos de crisis. Phil Bennet hizo el suyo sobre las tendencias de la prensa en los Estados Unidos y Stephen Ferry lo hizo sobre fotografía. El magnifico Horacio Bervitsky y el acucioso Tim Golden exploraron distintas áreas del periodismo investigativo, y el español Miguel Ángel Bastenier dirigió un seminario de periodismo internacional y fascinó a sus talleristas con un análisis crítico y brillante de la prensa europea.
Uno de gerentes frente a redactores tuvo resultados muy positivos, y soñamos con convocar el año entrante un intercambio masivo de experiencias en ediciones dominicales entre editores de medio mundo. Yo mismo he incurrido varias veces en la tentación de convencer a los talleristas de que un reportaje magistral puede ennoblecer a la prensa con los gérmenes diáfanos de la poesía.
Los beneficios cosechados hasta ahora no son fáciles de evaluar desde un punto de vista pedagógico, pero consideramos como síntomas alentadores el entusiasmo creciente de los talleristas, que son ya un fermento multiplicador del inconformismo y la subversión creativa dentro de sus medios, compartido en muchos casos por sus directivas. El solo hecho de lograr que veinte periodistas de distintos países se reúnan a conversar cinco días sobre el oficio ya es un logro para ellos y para el periodismo. Pues al fin y al cabo no estamos proponiendo un nuevo modo de enseñarlo, sino tratando de inventar otra vez el viejo modo de aprenderlo.
Los medios harían bien en apoyar esta operación de rescate. Ya sea en sus salas de redacción, o con escenarios construidos a propósito, como los simuladores aéreos que reproducen todos los incidentes del vuelo para que los estudiantes aprendan a sortear los desastres antes de que se los encuentren de verdad atravesados en la vida. Pues el periodismo es una pasión insaciable que sólo puede digerirse y humanizarse por su confrontación descarnada con la realidad. Nadie que no la haya padecido puede imaginarse esa servidumbre que se alimenta de las imprevisiones de la vida.
Nadie que no lo haya vivido puede concebir siquiera lo que es el pálpito sobrenatural de la noticia, el orgasmo de la primicia, la demolición moral del fracaso. Nadie que no haya nacido para eso y esté dispuesto a vivir sólo para eso podría persistir en un oficio tan incomprensible y voraz, cuya obra se acaba después de cada noticia, como si fuera para siempre, pero que no concede un instante de paz mientras no vuelve a empezar con más ardor que nunca en el minuto siguiente.”