jueves, 20 de febrero de 2014

La farsa operística el 12 y días siguientes de Febrero Por: Sergio Briceño García

LA FARSA OPERÍSTICA EL 12 Y DÍAS SIGUIENTES DE FEBRERO
 
  Los capitalistas con el apoyo del imperialismo juegan, cargados de odio, a la restauración de la IV República. No pueden lograrlo  pero siguen con su farsa a costa de asesinatos, sangre derramada, bienes públicos destruidos y de arremeter contra la legalidad democrática y la Constitución.  Cuentan para ello con el financiamiento necesario, con la simpatía de la llamada sociedad civil de las urbanizaciones acomodadas y con el estímulo de la impunidad.
   Parece que mi análisis político sobre la coyuntura golpista, publicado por este mismo medio   titulado “Por allá viene el Coco de Leo y Maricori”, estaba en lo cierto según lo muestra el desenvolvimiento de los acontecimientos producidos. Decía entonces que no estaban dadas las condiciones nacionales ni internacionales para una salida extra constitucional triunfante en Venezuela.  Los hechos me han dado la razón porque, según dije, Leopoldo López y María Corina Machado no tienen con qué derrocar al gobierno aunque es obvio el daño que han hecho con sus francotiradores y mercenarios.
   Los mismos voceros de la derecha, el padre Ugarte y Capriles,  están reconociendo ya   que son falsas las expectativas creadas en la oposición sobre las posibilidades de una salida del gobierno por manifestaciones violentas. También en una conversación divulgada de sediciosos, entre  un general retirado con un sociólogo, se refieren al jefe de la violencia como un loco de carretera. Este personaje, bufo incendiario, terminó entregándose y protegido por el gobierno para evitar un supuesto atentado de la ultraderecha  contra su persona.  Así se puso fin al primer acto de  esta pieza teatral operística. Nicolás Maduro, el gobierno y el PSUV  denunciaron, ante el país y el mundo,  un golpe de estado en desarrollo y en general  compararon esta intentona con el mismo formato ocurrido el 11 de abril  del 2002.  Si el autor del “El dieciocho de Brumario de Luís Bonaparte”, Carlos Marx, hubiese hecho un análisis de la situación ocurrida entre el 12 y días siguientes de febrero hubiera podido escribir de nuevo: “Hegel dice en alguna parte que todos los grandes hechos y personajes de la historia universal se producen, como si dijéramos, dos veces. Pero se olvidó de agregar: una vez como tragedia y otra vez como farsa.”
 
    Sigo creyendo que por ahora, en este preciso instante,  no hay condiciones objetivas para un golpe de estado triunfante en Venezuela y mucho menos para una guerra civil. Esto puede cambiar radicalmente ¡ojo! como la crecida de un río y llevarse todo por delante si hacemos caso omiso a la alerta temprana que, sin duda alguna, se está prendiendo.  Para no permitir esta posibilidad nefasta hay que darle contenido revolucionario a la lucha por la paz que predica Nicolás Maduro.
 
   La lucha por la paz, el socialismo y la liberación nacional, en un mismo paquete, es un objetivo de impecable contenido transformador pero al despojar la paz de su sello socialista y liberador pierde el signo que la identifica con el campo de la revolución. Cuando la burguesía y el imperialismo vengan con todo contra Maduro no bastarán las barricadas de ilusión,  de promesas  socialistas ni de medidas reformistas sino levantar, si la hubiera, con los trabajadores una muralla  infranqueable de relaciones socialistas de producción concretas defendidas por la FANB y el pueblo unidas con una alta conciencia revolucionaria. Eso hay que construirlo ya, porque después será demasiado tarde.
 
   Hay detalles en toda esta  farsa teatral sangrienta, protagonizada por los terroristas de la ultraderecha, que no tienen explicación:
 
¿Por qué se permitió, sin el debido permiso y sabiéndose lo que ocurriría, la manifestación del 12F?
 
¿Por qué se dejaron cometer, a la vista de todos,  los destrozos ocurridos en el Ministerio Público?
 
¿Dónde estaban los guardianes de las unidades policiales quemadas?
 
¿Cómo se explica el acoso sistemático a VTV por los facinerosos sin la defensa pertinente?
 
¿Qué pasó con la seguridad bancaria y las estaciones del Metro en el Este de Caracas?
 
¿Por qué fue el Presidente de la Asamblea Nacional y no es el propio Ministro de Relaciones Interiores, Justicia  y Paz,  el garante de la seguridad de Leopoldo López?
 
¿Por qué no cumplió la Asamblea Nacional   su agenda del martes 18F  con la ausencia justificada de su Presidente si la sesión podía haber sido presidida cabalmente por uno de sus vice presidentes, ante la urgencia de la materia a discutir, mientras María Corina Machado continúa jmpertérrita, escudándose en su inmunidad parlamentaria, para seguir organizando la violencia?
 
¿Cómo se interpreta esa declaración del Ministro Rodríguez Torres donde dice: “Leopoldo López no tiene nada que buscar en el Ministerio del Interior, Justicia y Paz”?
 
¿El acuartelamiento del SEBIN fue para garantizar la seguridad de Leopoldo López? ¿Cómo se entiende eso?
 
Hasta cuándo va a seguir el gobierno subsidiando a la burguesía importadora responsable de la destrucción y el caos?
 
Por qué se permite a los terroristas continuar impunemente haciendo lo que les da la gana, en todo el país, como si Venezuela fuera tierra de nadie?    
 
¡NI UN DÓLAR MÁS PARA LA BURGUESÍA IMPORTADORA!
 
¡PAZ,  LIBERACIÓN NACIONAL Y SOCIALISMO!
 
¡NO PERMITAMOS QUE LA FARSA SE COVIERTA EN TRAGEDIA!
 



Sergio Briceño García

Profesor Universitario de Filosofía de la Educación Jubilado de la UPEL.
  sergiobricenog@yahoo.com

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