martes, 16 de junio de 2015

Francisco Rangel Gómez / Opinión Soberanía a prueba de amenazas

DEBATE
Por: Francisco Rangel Gómez
@rangelgomez
Nuevamente nos acecha la mano imperial que consiguió terreno para operar muy de cerca y sigilosamente en nombre de la exploración de territorio petrolero, en torno al que existe un interés extraordinario… un riesgo incesante para la paz de toda América Latina.
No morderemos el peine de las intenciones que justifiquen una intervención militar en este sur, que avance a Venezuela y les acerque al tesoro que buscan y es sin duda el trasfondo de todo este proceder que sugiere romper la diplomacia por décadas asumida por Venezuela donde por cierto está la mayor reserva de petróleo del mundo, parte de este tesoro es aquella faja que nos hicieron creer bituminosa.
Hace 15 años persisten en la búsqueda de acercar el preciado oro negro sobre el que perdieron poder cuando por fin un presidente venezolano dejó de regalarles nuestra mayor riqueza y a cambio devolvió a los venezolanos la oportunidad de recibir los excedentes petroleros convertidos en viviendas, hospitales, escuelas, alimentación de primera, pensión digna para nuestros abuelos. En 15 años hemos recuperado nuestra soberanía, prueba de esto es la inclusión de millones de venezolanos a una vida digna, de servicios gratuitos procurados por un gobierno que responsablemente activó planes para erradicar los grandes flagelos heredados.
Hoy Venezuela administra seguridad social para todos sus ciudadanos, así hemos saldado la deuda que el Estado sostenía con los niños y niñas sin oportunidad de estudio, a los trabajadores que a pesar de sus esfuerzos no hubieran podido jamás optar a una pensión digna, como es el reciente caso de los transportistas quienes fueron sumados al grupo de compatriotas que gracias al petróleo obtienen beneficios sociales bien merecidos.
Son victorias que no nos vamos a dejar arrebatar, principalmente la independencia sobre nuestro territorio y sus recursos, que defenderemos de los propósitos imperiales desde la esencia pacífica (mas no ingenua) que nos caracteriza.
Creemos en la autodeterminación de las naciones, somos respetuosos de la soberanía de los Pueblos del mundo, pero como venezolanos reprobamos la amenazante presencia en territorios compartidos de empresas transnacionales dedicadas a la explotación petrolera y obedientes del capitalismo que con la anuencia de algunos pretenden explorar los recursos estratégicos hallados en un territorio clave, implica ceder el paso a un umbral arriesgado.
Estamos dispuestos a resguardar el país que hemos fortalecido en el marco de una gestión por la justicia social que pese a las guerras de cuarta generación sostenidas en contra delPueblo venezolano (económicas y comunicacionales), se mantendrá incólume, firme para continuar la lucha por un futuro próspero.
¡Viviremos y venceremos!

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