Cuando arrecia la ofensiva fascista contra el país, medios alternativos y comunitarios rechazan la violencia y apoyan al Gobierno del presidente Nicolás Maduro
La Fundación Comunitaria Radio La Voz de Guaicaipuro y la Editorial Poder en la Red emitieron comunicados en los que manifiestan su repudio al fascismo desatado por la oposición y el respaldo al gobierno revolucionario:
El pueblo venezolano y el Gobierno Bolivariano han vivido en los últimos días una arremetida sistemática de violencia generada por grupos extremistas de la derecha y burguesía venezolana, causando pérdidas humanas y materiales, causando zozobra en la población.
El Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro Moros, la bancada revolucionaria de los diputados de la Asamblea Nacional, encabezada por su presidente Diosdado Cabello, el canciller de la Republica Elías Jaua, han mostrado al mundo pruebas contundentes de la injerencia, amenazas y condicionamiento del gobierno de los Estados Unidos, a través del Departamento de Estado, quedando develado un plan desestabilizador para derrocar al Gobierno Constitucional de la República Bolivariana de Venezuela.
Es público y notorio el financiamiento a grupos de choque por parte de funcionarios norteamericanos dando instrucciones precisas a jóvenes, unos manipulados, otros no tan jóvenes ni tan estudiantes, bien entrenados, originando la situación de violencia que, por demás, tiene el apoyo de medios de comunicación internacionales de prensa y televisión y el bombardeo mediático a través de las redes sociales, así como, el silencio cómplice de medios nacionales privados.
A diferencia de los gobernadores, alcaldes y concejales revolucionarios, quienes han expresado su rechazo a la violencia, promoviendo una serie de actividades a favor de la paz, el gobernador del estado Miranda y los alcaldes de los municipios Sucre, Chacao, Baruta, El Hatillo y Los Salías, además del alcalde metropolitano, no han activado los mecanismos de seguridad del que disponen para la defensa de las personas y bienes, convirtiéndose por omisión en cómplices o copartícipes de las acciones desestabilizadoras.
Está claro que el imperialismo norteamericano y sus lacayos de la oposición venezolana aplican el mismo formato del 11 de abril de 2002, en virtud de las medidas económicas extraordinarias que el Gobierno revolucionario ha tomado en favor del pueblo.
En tal sentido:
1) Rechazamos la injerencia y financiamiento a través de las organizaciones no gubernamentales para la desestabilización del país.
2) Rechazamos los actos vandálicos cargados de racismo, fascismo y odio de grupos violentos en algunas ciudades del país, donde los gobernantes son de oposición.
3) Rechazamos el ataque a mujeres trabajadoras y hombres trabajadores.
4) Rechazamos la guerra mediática a través de los medios de comunicación y demás medios sociales.
5) Apoyamos desde Radio Comunitaria La Voz de Guaicaipuro, al Gobierno revolucionario de la República Bolivariana de Venezuela liderado por el presidente obrero Nicolás Maduro Moros y demás instituciones del Estado Revolucionario.
6) Apoyamos la expulsión de nuestro suelo patrio de los tres funcionarios de la embajada norteamericana
7) Apoyamos los planes establecidos por el gobierno revolucionario en materia económica y el plan de pacificación por la paz y la vida.
8) Apoyamos a la juventud revolucionaria bicentenaria consciente, pues a ella le ha tocado la defensa de la nación con el debate de ideas,
la cultura y el deporte.
9) Hacemos un llamado al poder popular, las organizaciones de base, colectivos sociales y revolucionarios a mantener la cordura, la calma y
la paz, pero, estando alerta a la defensa de la patria.
No más hablar por otros, no más permitir que hablen por nosotros…Enciende tu voz.
Fundación Comunitaria Radio La Voz de Guaicaipuro
Patearon el diálogo
La Editorial Poder en la Red alertó sobre el intento opositor de fabricar un escenario de ingobernabilidad:
A tan solo una semana de los hechos de violencia que protagonizaron grupúsculos fascistas infiltrados en la marcha de los estudiantes opositores al Gobierno, nos sumamos a la condena total de las acciones violentas de tufillo golpista que pretenden crear en Venezuela un escenario de ingobernabilidad y desestabilización al estilo Ucrania o, peor aún, un escenario catastrófico de caos y degeneración social tal como ha ocurrido en Siria.
No podemos dejar de hacernos eco de la reflexión hecha por el veterano de la política venezolana, José Vicente Rangel, quien en su espacio televisivo dominical condenó categóricamente los hechos violentos que dejaron como saldo decenas de heridos, cuantiosos daños materiales y tres ciudadanos asesinados. Para Rangel, está claro que hubo una reedición del formato de abril de 2002, y que fue orquestado por los mismos actores. Pero además, no hay duda para el dirigente sobre la responsabilidad de los hechos, frente a la cínica estrategia de opacar y diluir lo que es evidencia indiscutible: declaraciones, las amenazas de los dirigentes de la aventura, además de diversidad de imágenes y videos, así lo demuestran.
Estas imágenes, por cierto, no son las que la canalla mediática cómplice y aliada de la ultraderecha fascista venezolana se ha encargado de difundir en el contexto internacional, las cuales fueron manipuladas hasta el punto de presentar imágenes de protestas de Cataluña (Europa), Egipto (África), Ucrania (Europa oriental), Grecia (Sur de Europa), Chile y hasta de Brasil, como reflejo de lo que estaba ocurriendo en Venezuela.
No parece comprensible que los variopintos sectores de la oposición se estén dejando arrastrar por las aventuras de quien en 2002, junto a Henrique Capriles, encabezó la cacería de brujas contra funcionarios del Gobierno, además del asedio a la embajada de Cuba; más aún después de que el presidente Maduro abriera las puertas de Miraflores a gobernadores y alcaldes de la oposición para interactuar con cada uno de ellos en un diálogo sincero sobre las situaciones y temas de mayor importancia nacional, lo cual constituyó, como lo expresó Ernesto Villegas en reciente artículo, un verdadero hito en la medida en que esa clase política no pisaba Miraflores desde el año 2002.
La oposición ha desechado el diálogo otra vez porque nunca lo han querido, y porque su estrategia en los últimos años ha sido la de la mentira, la antipolítica, la de los lineamientos de Leo Strauss llevados a su nivel más desquiciante y oligofrénico. ¿Qué hacer con una oposición golpista que, si bien ha sido perdonada por sus aventuras y reiteradamente invitada a dialogar con el Gobierno de buena fe, persiste en su locura?
No es interpretación ni retórica ni particular lectura: estamos ante un nuevo pateo de la mesa por parte de la oposición. Pateo de las instituciones democráticas, la paz social y de una estabilidad política que muchos países petroleros quisieran disfrutar. Y si bien la oposición venezolana no es homogénea y hay sectores dentro de ella que al parecer rechazan la violencia, a la fecha existen serias dudas sobre la sinceridad de las tímidas declaraciones que hasta ahora hemos escuchado. Lo que tendría que haber, lo que se debe exigir, es un claro deslinde entre los que optan por la lucha pacífica y democrática y los que promueven la violencia. En este contexto, como ha dicho José Vicente, toda ambigüedad, aparte de reflejar cobardía o complicidad, es de por sí insostenible e inaceptable.
De tal manera, que aquí todo el mundo debe repudiar la violencia si lo que queremos es una Venezuela de paz y trabajo, de verdadero progreso y bienestar, y no una Siria o una Ucrania latinoamericana.
Editorial Poder en la Red