Caracas, 19 Ago. AVN.- Durante 96 años, el populoso Valle de Canchunchú del estado Sucre, albergó toda la humanidad, sencillez y talento de Luis Mariano Rivera, músico, poeta y dramaturgo que nació el 19 de agosto de 1906 en Canchunchú, estado Sucre.
Desde pequeño, al igual que muchos muchachos del pueblo que lo vio nacer, se dedicó a trabajar el campo, situación que le permitió estudiar hasta tercer grado. Algunos historiadores coinciden que la frase "depocito de yelo" fue lo que más tarde se convertiría en inspiración para estudiar a sus 38 años de edad, debido a que Rivera fue corregido por un muchacho de su mismo pueblo, quien le enseñó la forma correcta de escribir.
10 años más tarde "el cantista" – como el mismo se llamaba – escribió su primer poema que junto a la música, se convirtió en una de las pasiones que guiaron su vida. Su talento con la pluma le sirvió para componer canciones como Cerecita, La Guacara, La Cocoroba, Costumbres Criollos, y las más popular, Canchunchú Florido, canto que ha sido versionado por diferentes artistas del folklore nacional y que ha traspasado fronteras.
Sus acordes y letras fueron inspiración para diferentes personalidades, entre ellas: Morella Muñoz, Jesús Sevillano, Rafael Montaño, Magdalena Sánchez, el Quinteto Contra Punto y Gualberto Ibarreto.
Además de entregar su vida a la música, Rivera fundó en 1984, la Casa de la Cultura de Canchunchú, donde se enseña el oficio de la confección de vestuarios para posteriormente, venderlos, con el objetivo de financiar talleres en diversas artes.
Gracias a sus logros, Rivera fue nombrado Doctor Honoris Causa de la Universidad Experimental de Guayana y Profesor Honorario de la Universidad de Oriente, del Instituto Universitario Jacinto Navarro Vallenilla y del Instituto Técnico Universitario José Antonio Anzoátegui.
En su haber artístico y humano, recogió múltiples premios y reconocimientos: Premio Nacional de la Cultura Popular 1991, Patrimonio Cultural Viviente del Estado Sucre en 1994 ,y su nombre quedó plasmado en el Teatro Luís Mariano Rivera en Carupano, estado Sucre.
El cantor del pueblo, Alí Primera escribió una canción denominada "La canción de Luís Mariano" la cual en un solo verso, recoge el sentimiento legado por el cantista de Canchunchú: "Venezuela siempre puede florecer, cuando hay un Luis Mariano que la ame".