La filtración de
once millones de documentos que revelan cómo personas adineradas y poderosas utilizan paraísos fiscales para lavar dinero, evadir impuestos y ocultar riquezas mal habidas, fue dada a conocer este domingo por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ). Los documentos proceden de la firma panameña Mossack Fonseca, y unos 270 mil (el 2 por ciento) mencionan a Venezuela. Aunque en la mayoría de los países aparecen involucrados políticos, empresarios, banqueros, celebridades y personajes de todas las tendencias políticas, en Venezuela no es así: se busca limitar las denuncias a personajes del chavismo. Y no es casualidad: los periodistas que analizan los documentos venezolanos trabajan en los portales
RunRunes, Armando.info, El Pitazo y Efecto Cocuyo, de marcada tendencia opositora y vinculados con el
Instituto Prensa y Sociedad (IPyS), organización que ha recibido cientos de miles de dólares en financiamiento desde la NED, la USAID y el Departamento de Estado norteamericano.
Texto: Alba Ciudad (Luigino Bracci Roa)
Los once millones de documentos son registros de personas que abrieron compañías off shore en paraísos fiscales con la firma panameña Mossack Fonseca. Los datos fueron dados a conocer este domingo en un trabajo conjunto de más de 300 periodistas de investigación de todo el mundo, que forman parte de 109 medios. Se argumenta, igualmente, que esta es la desclasificación de mayor tamaño nunca antes hecha. Abarca 2,6 terabytes en datos, una cantidad 1.500 veces mayor que el famoso Cablegate de Wikileaks.
A pesar de la abundancia de documentos sobre Venezuela (unos 270 mil que mencionan al país), sólo se han publicado los casos de
cuatro venezolanos, todos supuestamente vinculados al chavismo: Adrián Velásquez, supuesto exjefe de escoltas del Presidente Chávez, y su esposa, Claudia Díaz, de la que se dice que era “enfermera de Chávez”; el general Víctor Cruz Weffer, exfuncionario del Estado venezolano
procesado por corrupción; y un ex ejecutivo de Petróleos de Venezuela, Jesús Villanueva.
Curiosamente, en el caso venezolano no hay mención de empresarios, políticos de derecha, banqueros, deportistas ni celebridades. La obvia parcialización hace sospechar que se están publicando únicamente los casos vinculados a una determinada posición política: el chavismo.
Esto contrasta con
las publicaciones de los Panama Papers en otros países: En Argentina, aparece involucrado el presidente Mauricio Macri, junto a su padre Francisco y su hermano Mariano. Pero también aparece una persona cercana al kirchnerismo, y hasta el astro del fútbol, Leonel Messi. En España aparecen Pilar de Borbón, tía del rey Felipe VI, y el director de cine español Pedro Almodóvar. En México, un implicado es Juan Armando Hinojosa, conocido por ser el “contratista favorito” de Enrique Peña Nieto, presidente mexicano. En Perú se cita a César Almeyda, antiguo jefe de la Inteligencia de Perú y asesor del presidente peruano Alejandro Toledo. En Chile aparece Alfredo Ovalle, expresidente de la Confederación Chilena de la Producción y del Comercio. En Panamá, Riccardo Francolini, colaborador muy cercano al expresidente de Panamá, Ricardo Martinelli. Y también aparecen personas que en algún momento tuvieron relación con el presidente ruso Vladimir Putin, y con el primer ministro británico, David Cameron.
Sólo la derecha revisa los documentos sobre Venezuela
¿A qué se debe la parcialización en el caso venezolano? Probablemente se deba a que los periodistas asignados, en su totalidad, son trabajadores de los medios digitales RunRunes, Armando.info, Efecto Cocuyo y El Pitazo: todos medios abiertamente opositores, para nada objetivos ni imparciales y acusados frecuentemente de ser financiados desde el exterior para atacar al gobierno venezolano. Algunos de estos medios son conocidos por la poca rigurosidad a la hora de verificar la información que publican, y por emitir columnas de chismes y rumores, casi siempre en contra del gobierno de Nicolás Maduro o de su predecesor, Hugo Chávez.
Hay que aclarar que, para el momento de escribir esta nota,
los documentos de #PanamaPapers aún no son públicos: no pueden ser explorados ni descargados por cualquier persona, sino únicamente por los periodistas de investigación miembros de ICIJ. Se argumentan razones de privacidad, protección a las fuentes y que el inmenso volumen de los datos y la gran cantidad de personas que querrán acceder a los mismos supondrán un reto técnico.
Según una nota de Efecto Cocuyo, los periodistas que analizan los documentos venezolanos son
Alfredo Meza, César Batiz, Ewald Sharfenberg, Fabiola Zerpa, Katherine Pennacchio, Laura Weffer, Lisseth Boon, Roberto Deniz y Ronna Rísquez, bajo la coordinación de
Joseph Poliszuk, editor de Armando.info, portal que se autodescribe como de periodismo de investigación, pero cuya tendencia es marcadamente anti-izquierda.
Todos estos periodistas han sido miembros o han recibido formación, apoyo o reconocimientos del Instituto Prensa y Sociedad Venezuela (IPyS-Venezuela), una organización sin fines de lucro creada en Perú y que la abogada e investigadora Eva Golinger ha denunciado que ha recibido fondos multimillonarios de la National Endownment for Democracy (NED), el Departamento de Estado y la USAID para trabajar con medios de comunicación y diseñar mensajes y propaganda contra el gobierno venezolano.
El sitio web Armando.info también recibe abiertamente el apoyo de la
Open Society Foundation,organización no gubernamental fundada por
George Soros, filántropo millonario húngaro-estadounidense quien financia campañas masivas contra los gobiernos que no son potables para el Departamento de Estado. Hasta hace poco, Armando.info colocaba la leyenda “Este reportaje de investigación contó con el apoyo de
Open Society Foundations” en tods sus investigaciones.
IPyS, financiado desde Estados Unidos
“El Instituto Prensa y Sociedad (IPyS), entidad creada en Perú con dinero de la USAID y NED, y luego establecida en Venezuela en 2003, recibió 49.975 dólares de la NED en 2009 para ‘promover y defender la libertad de expresión y libertad de prensa en Venezuela'”,
denunció Eva Golinger en 2010. “IPyS también recibió más de 821 mil dólares en 2008 directamente del Departamento de Estado, junto a la organización venezolana Espacio Público, para un proyecto de dos años para ‘promover la libertad de expresión’ en Venezuela, financiar planes de estudios sobre periodismo en universidades venezolanas y capacitar cientos de periodistas en el uso de los medios ‘innovadores’”.
De hecho, Ewald Sharfenberg, uno de los investigadores que publicará información de los #PanamaPapers, es presidente de la Junta Directiva de IPyS Venezuela, y uno de sus principales voceros y formadores. También ha sido corresponsal de Reporteros Sin Fronteras, organización patrocinada por el Departamento de Estado norteamericano.
César Batiz es fundador y coordinador de los sitios web El Pitazo y de Poderopedia, ambos furibundos sitios web opositores. El segundo se describe como denunciador de los vínculos y las relaciones de poder en Venezuela.
Batiz fue galardonado por IPyS en 2014 por varios trabajos multimedia y de cobertura. El pasado mes de septiembre, el diputado del PSUV José Ávila
denuncióque Batiz había sido contratado en Estados Unidos para escribir diversos reportajes con el fin de “intentar engañar, presionar y persuadir al Gobierno de Estados Unidos, con la instalación de una matriz de opinión que permita ejercer acciones contra el gobierno de Venezuela”.
Sin querer someter a juicio la integridad de estos profesionales, el hecho es que, en un país de marcadísima polarización como Venezuela, es imposible pensar que este equipo pueda generar otro material que no sea noticias de carácter antichavista, seguramente omitiendo a personajes del mundo empresarial, corporativo y político de Venezuela que estén ligados a la derecha.
Habrá que esperar a que los datos de los #
PanamaPapers se liberen de forma íntegra en portales web, con herramientas para su exploración pública, para poder tener una mejor idea del verdadero contenido de los 270 mil documentos que se refieren a Venezuela.