La
expresidenta argentina Cristina Kirchner convirtió el miércoles una
audiencia por presunta impericia cambiaria de su gobierno en un
multitudinario acto opositor frente a los Tribunales, donde acusó al
presidente Mauricio Macri de fabricarle una causa.
"Me pueden
citar 20 veces más, me pueden meter presa, pero lo que no pueden hacer
es hacerme callar. Propongo formar un gran frente ciudadano, convoquen a
los dirigentes sindicales también porque están echando a gente como
perros", dijo ante decenas de miles de simpatizantes bajo una intensa
lluvia.
Confiada y sonriente, Kirchner había ingresado al juzgado
de su archienemigo Claudio Bonadio sorteando una colorida y ansiosa
muchedumbre de partidarios con banderas, bombos, carteles y pancartas
con reproches a Macri por los despidos y los aumentos de tarifas.
"Todas
las supuestas causas que están inventando contra Cristina son tan
falsas que se va a quedar en un show. Las medidas económicas de Macri
nos asfixian", afirmó Alejandro Rodríguez, de 30 años, un trabajador de
la periferia de Buenos Aires presente en el mitin espontáneo.
Según
fuentes del tribunal, la expresidenta no saludó a Bonadio, lo trató de
"incompetente", lo criticó durante casi 30 minutos y el magistrado
abandonó su propio despacho al entender que ella no respondería a sus
preguntas, según describió el diario Clarín.
Kirchner
sostuvo que la acusación por una operación cambiaria del Banco Central
durante su mandato (2007-2015) revela "la intención del gobierno, con la
colaboración imprescindible del poder judicial, de plantar una causa
penal que me prive de la libertad", escribió en un documento que entregó
al juez.
Este primer gran mitin opositor al gobierno de
centroderecha de Macri fue transmitido casi en cadena nacional por las
principales televisoras del país y seguido minuto a minuto por los
portales de noticias.
"No les tengo miedo. Afrontaré este proceso y cualquier otro que quieran fabricarme", dijo en la red social Facebook.
Además
de esta causa, la expresidenta afronta también el pedido de
investigación de un fiscal por supuesto lavado de dinero de un
empresario amigo.
La citación colocó a Kirchner en el centro de la escena
política luego de haberse recluido en la Patagonia (sur) desde el 9 de
diciembre, cuando dejó el cargo a Macri.
- Macristas querellantes -
Kirchner
está imputada por afectar los fondos del Banco Central con las "ventas
de dólares a futuro", una operación cambiaria realizada por el Banco
Central en septiembre pasado, en plena campaña electoral.
En un intento por desalentar una devaluación, el Banco Central fijó precios de dólar no muy altos, válidos para marzo de 2016.
Pero
Macri, cuyo triunfo sorprendió al kirchnerismo, devaluó tras asumir y
el Banco Central tiene que pagar ahora un 50% más caros los futuros.
Los querellantes son dos macristas, el titular del Senado, Federico Pinedo, y de Diputados, Mario Negri.
El
juez acusa a Kirchner, sin fueros tras dejar la presidencia, al
expresidente del Banco Central Alejandro Vanoli y al exministro de
Economía Axel Kicillof de presunta "defraudación contra la
administración pública".
"Es un caso de denuncia política armada
donde no hay acusación", dijo Kicillof al calificar la causa de
"absurda" en un escrito presentado a Bonadio el martes.
- Lluvia de causas -
Argentina
está agitada por denuncias judiciales que alcanzaron incluso a Macri
por la revelación de al menos dos sociedades 'offshore' suyas en la
investigación de los "Panama Papers" y por una serie de acusaciones a
exfuncionarios de los gobiernos de Néstor Kirchner (2003-2007) y su
esposa, Cristina Kirchner (2007-2015).
"Se la pasaron buscando la
ruta del dinero K y se encontraron con la ruta del dinero M", dijo
Kirchner arrancando aplausos en su encendido discurso.
Las
acusaciones contra los kirchneristas van desde enriquecimiento ilícito
hasta lavado de dinero con sospechas cruzadas de parcialidad de fiscales
y jueces.
La diputada del partido socialdemócrata GEN Margarita
Stolbizer, una de las principales denunciantes de gestiones sospechosas
durante el kirchnerismo, advirtió que existen "muchos elementos para
procesar" a Kirchner "en varias causas".
- Política judicializada -
Felipe
Solá, diputado del Frente Renovador, opositor a Kirchner y a Macri,
criticó el martes lo que consideró "la judicialización de los temas
políticos". "Esta es una causa sobreactuada por Bonadio", indicó.
La
docente Adriana González (56), en medio de una marea de jóvenes
militantes, dijo a la AFP que "tenemos memoria y no queremos otro 2001",
con un colapso financiero y estallido social.
Eduardo Gino (60),
profesor de Bellas Artes, dijo que "este gobierno de empresarios es un
retroceso inmenso que pagaremos caro". "La causa contra Cristina es
persecución política", añadió.