El Mandatario venezolano invitó a su
par estadounidense a conversar para evitar que su legado frente a
Venezuela sea solo el decreto, el silencio, el desprecio y la
prepotencia.
El Presidente de la República, Nicolás Maduro, ofreció este sábado un discurso histórico en la VII Cumbre de las Américas,
celebrada en Ciudad de Panamá, en el que recibió un apoyo rotundo de la
Comunidad Latinoamericana y Caribeña presente, y al mismo tiempo exigió
a su homólogo estadounidense, Barack Hussein Obama, el cumplimiento de
cuatro puntos que permitirían normalizar las relaciones de respeto entre
ambos países:
1.- Corregir y rectificar el error de
origen que lo ha llevado al Decreto desproporcionado y a cometer el
mismo error en los últimos dos años: creer que con la partida física del
Comandante Hugo Chávez la Revolución Bolivariana se acabaría. Por ello,
es necesario reconocer la independencia y soberanía de Venezuela y su Revolución Bolivariana.
2.- Derogar el decreto por la vía diplomática y política que se encuentre, para así quitar la amenaza que reposa sobre Venezuela.
3.- Desmontar la maquinaria de guerra psicológica, política, económica y militar que tiene en Venezuela, específicamente en la embajada de Estados Unidos en Caracas.
4.- Tomar las correspondientes medidas legales para detener la conspiración que se desarrolla desde suelo estadounidense,
recordando que el decreto del ataque militar que se iba a ejecutar en
marzo pasado, contra el presidente Maduro para asesinarlo, se dictó
desde la ciudad de Nueva York.
De igual manera, el Comandante Obrero
aprovechó la ocasión para enviar varios mensajes a su par
norteamericano, quien abandonó la Cumbre, de forma intempestiva,
inmediatamente después de su intervención y sin escuchar las
exposiciones de sus colegas latinoamericanos.
“Nosotros estamos orgullosos de nuestra
historia. No tenemos una historia oscura de la cual arrepentirnos,
porque nunca hemos bombardeado ni atacado pueblos hermanos”, aseveró
Maduro, quien recordó las millones de muertes provocadas por el Gobierno
estadounidense en sus invasiones militares a países como Irak, Libia y
Siria, entre otros.
“Presidente Obama, usted no es George W.
Bush, sería una incongruencia inusual y extraordinaria, sería una
desproporción más grande que el decreto firmado por usted” en el que
sostiene que Venezuela es una amenaza, agregó Maduro.
Millones de firmas
El Presidente de la República lamentó que Obama abandonara la sala antes de tiempo, sin escuchar a sus homólogos. “He traído
más de 11 millones de firmas que serán entregadas por vía diplomática a la delegación de Estados Unidos.
Vengo en nombre de 30 millones de venezolanos a exigirle que derogue el
decreto que amenaza a Venezuela”, con el apoyo de las 33 naciones de
América Latina y el Caribe.
De igual manera, Maduro reconoció que
Obama declarara públicamente que Venezuela no es una amenaza. Sin
embargo, consideró que “solamente una declaración del presidente Obama,
por valiente que sea, y lo es, no es suficiente. Hay que buscar los
caminos políticos, diplomáticos y jurídicos para despejar este decreto
amenazante. Nuestros hijos y nietos no estarán tranquilos hasta que
Estados Unidos derogue ese decreto”.
No tengo confianza en usted
El presidente Maduro también expresó, una vez más, que tiene toda la
disposición de dialogar con Washington, pero con respeto y sinceridad.
“A Obama le he enviado mensajes públicos desde hace dos años, y
privados, y nunca ha contestado un solo mensaje. Nombré un embajador
hace 13 meses y es la hora que todavía no le ha dado el beneplácito”.
“Cuántos meses más tenemos que esperar,
presidente Obama, para que le dé el beneplácito y sea cierta la palabra
que usted ha dicho de querer buenas relaciones con Venezuela. Lo respeto pero no tengo confianza en usted presidente Obama”, enfatizó.
El Mandatario venezolano invitó también a
Obama a conversar para evitar que su legado frente a Venezuela sea solo
el decreto, el silencio, el desprecio y la prepotencia. “No pase a la
historia como pasó George W. Bush, pase la historia de otra forma. Yo le
tiendo mi mano para que hablemos y resolvamos los asuntos que tengamos
que resolver entre Estados Unidos y Venezuela, en paz, sin intervención
en los asuntos internos de nadie”.
Somos antiimperialistas
El Jefe de Estado también recordó que sus palabras no se refieren a
historia pasada, sino a historia presente. “Yo quiero un futuro y quiero
un futuro con Estados Unidos.
No somos antiestadounidenses, somos antiimperialistas, como la mayoría del pueblo de Estados Unidos que está en contra de las guerras” y de la invasión de tierras extranjeras.
“La juventud de Estados Unidos quiere
cambiar eso, sino Obama no sería presidente, porque hay un sentimiento
profundo de cambio (…) Hay dos Estados Unidos: el de Washington, el
imperial, de los lobbys; y el que quiere paz, desarrollo y quiere que lo
veamos como hermanos”, comentó.
Territorio de paz
El Presidente Obrero también se dirigió a sus pares presentes,
asegurando que ningún país aceptaría un decreto como el de Obama, porque
simplemente se entromete en la vida interna de Venezuela.
“Es indignante, nadie aceptaría que se
metan en sus asuntos internos, los problemas de los venezolanos los
resolvemos los venezolanos con nuestra Constitución. Yo me encabrono
cuando alguien habla de Venezuela, porque yo no hablo de otros países.
Cada quien dirige su país con los métodos de su Constitución”, manifestó
En ese sentido, refirió que si Venezuela
tiene que quedarse sola defendiendo sus principios constitucionales y
su derecho a la independencia, entonces “solos batallaremos y
lucharemos. Pero Gracias a Dios no estamos solos”.
Por último, el Jefe de Estado reafirmó que, desde Venezuela, “nosotros queremos paz, queremos conversar con el Gobierno de Estados Unidos estos y otros puntos,
para finalmente construir una relación que nos permita avanzar (…)
porque creo que estamos en las puertas de una nueva era, América Latina
entró en una nueva época”.