“La comunicación en América Latina necesita los cambios estructurales profundos que advirtió el Informe Mc Bride“, afirmó hoy el Dr. José Ramón Vidal, quien abrió el intercambio académico como parte de las sesiones de trabajo del VII Encuentro Internacional de Estudios de la Información y la Comunicación (ICOM 2013).
El investigador reconoció que ha empeorado la situación denunciada hace más de 30 años en el Informe Mc Bride, un documento de carácter político impulsado por la UNESCO, cuyo objetivo era el desarrollo de un nuevo equilibrio mundial en el ámbito de la información y de la comunicación.
La necesidad de conocer las políticas comunicacionales vigentes otros países latinoamericanos como Ecuador y Argentina “sin afán de copia, sino con mente creativa”, y la urgencia de actualizar nuestro modelo comunicativo a tono con las transformaciones que se desarrollan en el país, fueron algunos de los puntos más destacados.
Durante su exposición el catedrático cubano enfatizó en la importancia de retomar los postulados propuestos en el informe Mc Bride en actual contexto latinoamericano. Realizó además, un recorrido por la evolución de los estudios de comunicación en nuestro continente.
“La comisión Mc Bride surge hace 33 años en el seno de la UNESCO a partir de las profundas asimetrías en los flujos informativos entre los países desarrollados y los llamados del tercer mundo y reconoce la necesidad de realizar cambios estructurales profundos,mientras el orden informativo existente es inaceptable para todos.”
Vidal reconoció los aportes del boliviano Luis Ramiro Beltrán a la crítica a los modelos funcionalistas en el ámbito tecnológico, la noción de las mediaciones -con la obra fundacional de Jesús Martín Barbero- y otras construcciones teóricas que ha aportado América Latina en el ámbito de la comunicación, una visión movilizadora que incorpora la cultura popular como enclave de la resistencia frente a la dominación.
En el evento será reconocido el doctor Manuel Martín Serrano, profesor de la Universidad Complutense de Madrid, con la Distinción Profesor Invitado de la Universidad de La Habana.
El derecho a la comunicación, una reflexión
Vidal reconoció que el derecho a la comunicación no es un concepto acabado, pero al menos existe un amplio consenso de que este integra el derecho a la libre expresión y el acceso a los medios.
Reconoció que el debate latinoamericano sobre el tema reconoce la necesidad de al menos tres condiciones ineludibles, para que ese derecho pueda establecerse:
entender la información pública como bien público, lo cual supone un cambio fundamental de la gestión de la comunicación en las instituciones del Estado; normar la obligación en el tratamiento a la transparencia de la información pública, lo cual requiere una participación más calificada de la ciudadanía que abre un escenario propicio para el control popular de la gestión del Estado.
La transparencia informativa, como un antídoto contra la corrupción.
Añadió que se han logrado instituir políticas públicas de comunicación en América Latina que empiezan a romper los monopolios mediáticos, y puso como ejemplo la Ley Orgánica de Comunicación de Ecuador, que ha logrado democratizar el espectro radioeléctrico al establecer que el 33 por ciento de la frecuencia debe ser controlada por Estado, el 34 por ciento el sector comunitario, y el 33 por ciento, por el privado.
A esto se añade la defensa de la comunicación comunitaria, no como medios locales, menores, sino como medios donde concluye una comunidad de intereses, en lo que es posible que una radio nacional pueda ser gestionada por una comunidad que pueda poseer capacidad para utofinanciarse, asumiendo venta de publicidad. La tradicional interpretación de los “medios comunitarios” condena a estos espacios a la condición de paria, ” a ir recogiendo dinero con un sombrero”, dijo.
El académico aseguró que estas legislaciones fortalecen, además, la participación de la ciudadanía en la construcción de la política.
“Esto no es un lecho de rosas. Se producen en medio de contradicciones, al interior de los campos comunicacionales y con otros campos, y es una lucha desigual. Pero vuelve a estarpresente en la agenda política la democratización de la comunicación que está en el espíritu del Informe Mc Bride”.
Vidal concluyó con la propuesta para hacer una lectura desde y para Cuba de estas experiencias:
En primer lugar la necesidad de conocer estas experiencias y tomar nota, sin afán de copia.Tener conciencia de la necesidad de actualizar nuestro modelo, y nuestra política en el campo de la información y de la comunicación para que den plena cuenta de los cambios socio-económicos en curso, responda a las necesidades de nuestra sociedad y a los empeños integradores de nuestro país con la región.
Estas reflexiones no deberían quedar en espacios restringidos: hay que llevarlos a espacios públicos, de manera que no sea privativa de expertos y entendidos, sino que laspolíticas y leyes resultantes incorporen las aspiraciones de los más variados sectores sociales, y que a la vez, el proceso mismo de reflexión, legislación y aprobación genere una conciencia y cultura sobre el derecho a la comunicación en nuestro país.
Fuente: Cubadebate