Barcelona, 19 Sep. AVN.- Desde el barrio Álvarez Bajares de Barcelona, Carlos Coronado, de 9 años, se ha convertido en un ejemplo para más de 50 niños y niñas que viven en diferentes sectores de la Comuna Ezequiel Zamora y que hoy en día se sienten identificados con una manifestación cultural que los guiará a ser las voces del futuro.
Para Carlos una nueva historia comenzó con el nacimiento de una coral en un lugar otrora marginado, donde hace décadas las personas ni se imaginaban lo que hoy en día es una realidad con cara de niño.
En este barrio, un lado de la avenida Argimiro Gabaldón (antigua Vía Alterna), predominaba la exclusión social, esa que empuja a la inconformidad, a la violencia y de ahí a la delincuencia, pero hoy, con la llegada del Estado a través de la cultura y las actividades sociales, empieza a consolidarse como territorio de paz.
"Yo hace siete meses atrás pensaba que el fútbol era la mejor distracción para mí en mis ratos libres, pero todo cambió cuando conocí de cerca en mi comunidad el canto y la música", expresó Carlos.
La pasión de este pequeño por la música despertó a mediados de enero de este año, cuando al Simoncito "Danielito", ubicado en la Comuna Ezequiel Zamora, llegó el proyecto social Corales Comunales, que semanas más tarde se fue expandiendo como un virus por diversas comunidades del estado, y que hoy en día es algo real en las comunas Cacique Toronoima, en Guanta; Simón Rodríguez, en Puerto La Cruz; La Espada de Bolívar, en Anaco; y Gustavo Pereira, en Lechería, entre otras zonas populares de la entidad oriental.
"Es un honor para mí pertenecer a esta coral donde he aprendido a conocer más de cerca la cultura, en especial el canto, y a ganarme la confianza de la profesora y mis compañeros, a través del entusiasmo por esta actividad que nunca pensé que me gustara tanto. Además que puedo ver cómo dirige la maestra y así aprendo cosas nuevas, y cuando ella falte yo podré dirigir a los niños y niñas de esta coral", ya perfila Carlos su visión de director.
Para este pequeño el mejor momento de todos los días llega cuando el reloj marca las 2:00 de la tarde; sabe que por 4 horas estará en el lugar donde la música y la compañía de otros niños le deja saber, sin saber, que tiene opciones.
En este caso el Simoncito; y en otras comunas las escuelas y centros sociales, prestan sus espacios cada tarde para recibir las ganas y el entusiasmo de los niños que asisten a estas actividades culturales.
Aquí los pequeños también a tocar diferentes instrumentos típicos, comenzando por el cuatro.
"Aprender a tocar y cantar es lo máximo, porque es una experiencia única y emocionante que nunca pensamos vivir. Además, que nosotros como niños que somos debemos aprender más sobre la cultura, para saber cosas nuevas y poder invitar a nuestros amigos a que nos acompañen en estas actividades, que para mí son mágicas", manifestó Tamy Andreína con la alegría y la sonrisa de los 10 años.
Cultura con raíces
"Ahí viene la burriquita, ahí viene domesticá; ahí viene la burriquita, ahí viene domesticá; no le teman a la burra que no es la burra maneá, no le teman a la burra que no es la burra maneá. Ay sí, ay no, mariquita me regaló un canario que cantaba los versos del niños Dios", es una de las canciones del repertorio de la coral comunal infantil Ezequiel Zamora que más le gusta cantar y acompañar con el cuatro a Xavier José Guillén.
"Cantar y tocar un instrumento al mismo tiempo es algo difícil, pero emocionante, porque uno se siente como un gran artista que está brindándole ratos diferentes a muchas personas y a uno mismo. Además, que estar en esta coral también te permite conocer más amigos y aprender y compartir cosas nuevas".
Con esas ganas de aprender también está Miriana Martínez, quien guía las voces de este movimiento cultural en esta que es una de las comunas pioneras del estado.
"Siempre estuve acostumbrada a ver las corales y las orquestas únicamente en los escenarios y teatros de las grandes ciudades. Hace muchos años atrás este privilegio con el que contamos hoy en día era imposible que se hiciera realidad, o de una vez pasaba a ser un sueño frustrado para muchas personas que en algún momento de la vida desearon sumarse a cualquier manifestación cultural o disfrutar de alguna de ellas; no podían porque era algo que no estaba al alcance de una sociedad excluida y de pocos recursos", dijo sobre el carácter elitista que siempre tuvo "cierta cultura".
"Cam-bur pin-tón" es el primer sonido que siembra la profesora Dayana Díaz cada tarde antes de iniciar sus prácticas.
"Los niños y niñas que asisten a esta coral y a las clases de cuatro tienen demasiadas cosas importantes de las que uno tiene que aprender. Por eso, para mí no hay mejor satisfacción que enseñarles a ellos cosas nuevas y lo poco que sé, pensado en que cada día estamos aprendiendo más unos de los otros, sin excluir a nadie", manifestó.
Para los profesores de canto y música hoy en día el llamado de integración a este proyecto cultural denota un resultado exitoso que ha servido de inicio para la construcción de un gran movimiento de corales comunales y orquestas típicas.
Se hace la diferencia
A este sistema social que parte de la música con miras al fortalecimiento del poder popular se integran estrategias que apuntan al rescate y la potenciación de los valores y la ética de las nuevas generaciones, indicó la autoridad única de Cultura en Anzoátegui, Giuditta Gasparini.
Con la consolidación de esta primera fase de corales comunales y orquestas típicas en 25 comunas del estado, se busca promover e impulsar manifestaciones culturales que en un tiempo sólo favorecieron a algunos sectores de la sociedad, y que estuvieron sumergidas en el abandono.
"Estas son las iniciativas que apuntan hacia la transformación de la humanidad, el rescate de los valores, la socialización, el aprendizaje y la inclusión de la sociedad en una misma clase, las cuales permiten sensibilizar y alejar de actividades ociosas a las nuevas generaciones que son las bases de este nuevo Estado social que se consolida en Venezuela", dijo Gasparini.
Resaltó que a través de la conformación de las corales comunales, "algo muy sencillo de hacer, porque sólo se necesita de la voluntad, las ganas de los niños y niñas y el apoyo de un instructor", también promoverán otras actividades relacionadas con la cultura que contribuyan con el Movimiento por la Paz y la Vida, el cual deberá estar principalmente acompañado por la organización comunitaria de los sectores anzoatiguenses.
Esta misión cultural que es protagonizada por la comunidad y los niños, tiene el acompañamiento del Ministerio para la Cultura, la Dirección de Cultura de Anzoátegui y diversos integrantes de la Misión Cultura Corazón Adentro, quienes juntos conforman un solo movimiento promotor de enseñanzas que va directamente a sembrar conocimientos y, al mismo tiempo, brindan los recursos económicos a los colectivos para el desarrollo de estas acciones sociales.
En el estado también están conformadas cinco orquestas típicas en diferentes comunas, y la Comuna Ezequiel Zamora recientemente recibió 26 instrumentos musicales para iniciar la conformación de su orquesta típica comunal.
El pasado mes de abril de este año más de 300 talentos vocales, en representación de nueve corales de diferentes municipios anzoatiguenses protagonizaron el 1er Encuentro de Corales Comunales del estado Anzoátegui, gala musical que sirvió de lanzamiento de esta red cultural.
Los grupos de canto continúan formándose y preparando un nuevo repertorio que será presentado próximamente en un gran concierto que involucrará todas las corales comunales del estado y que servirá como arranque para las presentaciones individuales que luego se harán en las comunas.
Actualmente unos 600 niños participan constantemente en las actividades de las 14 corales comunales que están conformadas en Anzoátegui. Y se estima que para finales de este año estén consolidadas 25 corales en todo el estado, una esperanza musical por cada comuna en la entidad oriental.
No hay comentarios:
Publicar un comentario