Grecia inicia a partir de este miércoles su quinta huelga general del año contra las políticas capitalistas impuestas por el Gobierno de Antonis Samaras y la Troika, conformada por el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Central Europeo (BCE) y la Comisión Europea (CE).
La huelga, que será de 48 horas, coincide con la nueva visita de los representantes de la Troika, que desde el martes están supervisando si se aplican las medidas neoliberales, que contemplan despidos masivos de empleados públicos, privatizaciones y más recortes en servicios básicos.
Desde la medianoche están amarrados a puerto todos los barcos y no circulan autobuses, trolebuses y trenes. Los controladores aéreos harán una huelga de tres horas, entre las 12.00 y las 15.00 hora local, y hasta las 16.00 hora local el personal aeroportuario, lo que ha llevado a algunas cancelaciones y numerosas modificaciones de horarios.
El aeropuerto de Atenas ha modificado los horarios de una veintena de vuelos internacionales y de más cuarenta vuelos nacionales. Durante las tres horas que durará el paro de los controladores, sólo se despacharán los vuelos de emergencias de hospitales y los de aviones militares que participan en maniobras ya programadas.
Los hospitales solo ofrecen durante toda la jornada servicios mínimos, mientras que permanecen cerrados colegios y universidades, juzgados y la mayoría de oficinas municipales.
La huelga se dirige contra una serie de medidas aprobadas por el Gobierno, como los recortes en los derechos laborales, la abolición de facto de los convenios colectivos, el despido o traslado forzoso de funcionarios y la privatización de empresas públicas.
Los representantes sindicales exigen además la abolición de la parte del impuesto sobre bienes inmuebles que se introdujo solo transitoriamente y que una nueva ley prevé establecer de modo permanente.
También piden que se mantenga la moratoria a los desahucios, que se levantará a partir del próximo año.
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