jueves, 19 de diciembre de 2013

Un Foro de Comunicación para la Integración, en curso Osvaldo León

Si partimos de la presunción de que la calidad de una sociedad se puede medir por los temas de la agenda pública y la forma en que la sociedad actúa en esta agenda, se convierte en fácil ver que en la región de América Latina se han producido cambios importantes en los últimos años. Entre otros, dos temas que han aparecido en la agenda de varios países, con diversos grados de intensidad, son la integración (1) y la democratización de la comunicación.
 
En efecto, el continente está pasando por un resurgimiento de la opción histórica de la integración regional, expresado en la creación de Alba (Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América), UNASUR (Unión de Naciones Suramericanas) y la CELAC (Comunidad de América Americano y el Caribe), que son proyectos que marcan un momento histórico sin precedentes con respecto a la tradicional subordinación de los gobiernos de los EE.UU.
 
Sin embargo, estos procesos se enfrentan hoy con la complejidad de las posiciones de unificación entre la diversidad de enfoques sobre el camino a seguir, en particular como el vecino del norte, a ocho años después de la derrota del ALCA, está presionando para una nueva realineación en la región por medio de la Alianza del Pacífico, con base en el modelo de libre comercio.
 
Suponiendo que se trata de una cuestión de "procesos no consolidadas", el ex presidente de Brasil Inacio Lula da Silva ha levantado la bandera para la elaboración de una visión estratégica de la integración que permita la consolidación de posiciones alcanzado y para delinear formas de mover remitir, lo que subraya el hecho de que las ideas de integración son ellos mismos objeto de controversia. 
 
En la actualidad, se subraya el hecho de que entre los nudos de ser desatado, los procesos de las relaciones de demanda de integración que son a la vez más igualitario y más solidario, la superación de las tensiones y prejuicios entre los países, atendiendo a las limitaciones existentes en el funcionamiento institucional y la lucha contra la impacto causado por el neoliberalismo en las áreas de cultura, educación y comunicación social. Y, sobre todo, para hacer más efectiva la participación de la sociedad y sus expresiones organizadas en los procesos de integración, como condición ineludible para el relanzamiento de estos proyectos.
 
En el ámbito de los movimientos sociales, el desafío es el de una integración contrahegemónica basado en la soberanía popular con el fin de hacerle frente a los proyectos de capital global. A esto hay que añadir el criterio de que la participación autónoma en la elaboración colectiva de las definiciones estratégicas y políticas es fundamental. Para ello, hay un empuje para la convergencia y la interconexión, con el fin de construir una acción común y un espacio permanente de diálogo, con el fin de formular propuestas encaminadas a acuerdos con los gobiernos.
 
Si, efectivamente, es mediante el fomento de la voluntad del pueblo para construir la integración, que será posible superar las limitaciones de las iniciativas circunscritas a los gobiernos, a continuación, que llama a asumir, entre otras cosas, el reto de la democratización de la cultura, de la la educación, de la información y la comunicación social como un fundamento básico para la construcción de democracias participativas y la afirmación de la cohesión social y las identidades sociales. Esta es un área que ha visto las aberturas y la acción positiva en varios países de la región. En este contexto, la Agencia Latinoamericana de Información (ALAI) y la Asociación Latinoamericana de Educación Radiofónica (ALER) convocaron al Encuentro Latinoamericano: " La democratización de la comunicación en la integración de las personas ", que tuvo lugar en Quito, del 4 al 6 noviembre de 2013, destinada a establecer las bases para la acción común (véase la declaración final: http://alainet.org/active/68869 ). Redes de medios alternativos y comunitarios y populares respondieron a la convocatoria, junto con organizaciones y movimientos sociales.

 
Una agenda común
 
Con el compromiso de "priorizar el apoyo, estímulo y difusión de los procesos de integración en la región latinoamericana en nuestras agendas de trabajo, en el camino hacia la unidad de nuestros pueblos", los participantes en el encuentro resolvieron establecer un Foro de Comunicación para el Integración de Nuestra América como un espacio de convergencia en construcción, abierto a otros actores que comparten los mismos principios y objetivos.
 
En consecuencia, se acordó desarrollar iniciativas para fortalecer la integración de las organizaciones populares, los indígenas, los medios de comunicación alternativos y sectores académicos para influir en las políticas de integración regional. Aquí es importante señalar que la destrucción del tejido social y la lógica de  peut qui sauve  establecido por las políticas neoliberales han dejado huellas profundas que afectan a la dinámica organizacional y la posibilidad de la intervención y la participación política por parte de las organizaciones sociales en la toma de los órganos de toma.
 
Se mencionó que América Latina ha pasado de 500 años de resistencia a una etapa de construcción, y ahora tenemos que dar pasos positivos en la práctica, así como la construcción - en conjunto con el sector académico - nuevas teorías que tienen que ver con nuestra realidad, nuestra idiosincrasia , nuestro futuro. Debido a esto, la comunicación y la información constituyen elementos estratégicos para los procesos de integración regional y de las disputas políticas, culturales e ideológicas que pesan sobre el proceso.
 
En los tres días de intercambio, debate y propuestas, una agenda común se elaboró ​​que busca romper el aislamiento y la dispersión existente. Esto contempla la creación de una plataforma que refleje el contenido de varios medios alternativos, servicio popular y pública, y un banco de contenido, para distribuir información, lo que sería de libre acceso en lenguas comunes, con propuestas alternativas al discurso hegemónico y los temas relacionados con América pensamiento crítico americano y la memoria común.
 
Además, se propone la creación de centros de producción de contenidos, dado que los nuevos medios no funcionarán sin nuevos formatos, contenidos, narrativas y nuevas formas de comunicación, de modo que los medios de comunicación pueden convertirse en una forma efectiva de empoderar a las comunidades, y que para que esto funcione , se requiere un entrenamiento y esfuerzo comunicativa a tierra de abajo. En este sentido también es apoyar el establecimiento de sistemas de medios de comunicación públicos que contribuyen a una sociedad más plural y diversa. 
 
Los participantes también acordaron impulsar la creación de grupos de vigilancia de los medios de comunicación, para promover la libre reproducción de los contenidos y la soberanía tecnológica, además de asegurar que la comunicación está en la agenda de todos los diferentes organismos de integración. Por otra parte, después de un espacio de reflexión conjunta sobre los nuevos modelos de trabajo de comunicación sostenible, se decidió a trabajar en pro de una economía popular de la comunicación basada en la solidaridad, lo que incurriría en el desarrollo del pensamiento, los mecanismos y la cultura a lo largo de esas líneas.
(Traducido por Alai por Jordania Bishop)
 
(1) NdT: El término integración, en este contexto, se refiere a la creación de organismos regionales y los mecanismos a través del cual los países de la región trabajan en conjunto, definen la política política, económica o social común, etc
 
* Este texto es parte de la revista en español de la ALAI América Latina en Movimiento,  490-491  (noviembre / diciembre de 2013), que recoge las intervenciones y los artículos de los participantes en el Encuentro Latinoamericano "La democratización de la comunicación en la integración de las personas."  http:/ / alainet.org/publica/490.phtml

 


http://alainet.org/active/69911

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