este cinco de mayo se celebra el Día Mundial de la Hipertensión Pulmonar. (Foto Archivo)
Disnea o dificultad para respirar, cansancio, sensación o pérdida de la conciencia (síncope y pre-síncope), palpitaciones, retención de líquidos con aumento de volumen en las piernas, son algunos de los síntomas y signos que pueden alertar a las personas sobre la presencia de Hipertensión Pulmonar.
En la actualidad no existen datos oficiales en el país acerca del número de personas afectadas por esta enfermedad, poco frecuente y de grave pronóstico. Pero los registros mundiales refieren una incidencia de 15 personas por cada millón de habitantes que, en el caso de Venezuela, representa un estimado de 450 venezolanos con Hipertensión Pulmonar, según calcula el Dr. Santiago Guzmán, neumonólogo internista del Hospital José Gregorio Hernández y especialista en la materia.
En el marco del Día Mundial de la Hipertensión Pulmonar que se celebra este cinco de mayo, uno de los principales retos en el país se enfoca hacia una mayor comprensión de la enfermedad, como lo reconoció Guzman, afirmando que “hay poco conocimiento, incluso entre los médicos, pero progresivamente ha aumentado desde que existen las fundaciones de apoyo a estos pacientes, que han contribuido a su divulgación”.
Guzmán advirtió de algunos síntomas que deben ser señales de alerta, pues suelen ser confundidos con afecciones cardíacas o respiratorias: “Si no encuentra causas para la disnea, como por ejemplo en pacientes con asma o un fumador, esto tendría que ponerlo sobre aviso. Un joven que presenta cansancio, hallazgos de problemas en el lado derecho del corazón, con datos en los exámenes a mano de una arteria pulmonar grande, son signos de alerta”.
El diagnóstico certero de la Hipertensión Pulmonar y la pronta adherencia del paciente al tratamiento mejoran la expectativa y calidad de vida de la persona. Cuando el paciente no es tratado farmacológicamente su expectativa de vida puede ser de dos años; mientras que luego de ser diagnosticado, recibir el tratamiento y ser consecuente con la terapia puede llegar a vivir 10 o 15 años más, según reconoce el especialista Guzmán.
Una cirugía puede salvar vidas
Existe un tipo de Hipertensión Pulmonar, la Tromboembólica Crónica, que es curable cuando el paciente puede ser operado, ya que no todos los casos admiten cirugía, según explicó el Dr. Guzmán y consiste en la restricción del flujo sanguíneo a los pulmones, producida por obstrucciones. “Los casos que van a cirugía son los curables y casi todos los pacientes evolucionan satisfactoriamente. En el grupo de los que no son operables se encuentran aquellos pacientes que tienen en las arterias muchos trombos, muy pequeños, que son más difíciles de extraer. Estos pacientes deben ir a tratamiento médico”, afirmó el especialista.
En Venezuela existen pocos centros para la detección de la enfermedad, pues no todos realizan el cateterismo derecho que se requiere para la confirmación del diagnóstico. Y en el caso de los pacientes que van a cirugía, ésta debe realizarse fuera del país, ante la ausencia de especialistas y de centros de referencia especializados.
Este hecho constituye otro de los retos para el tratamiento de la enfermedad en Venezuela. La buena noticia es que Bayer se encuentra trabajando en el desarrollo de un programa de entrenamiento para que los médicos se capaciten en el tipo de cirugía requerido para la Hipertensión Pulmonar Tromboembólica Crónica. “Si esto se logra, a futuro se puede conformar un equipo de cirujanos. Tenemos especialistas en Hipertensión Pulmonar para el diagnóstico y el tratamiento, pero no cirujanos cardiovasculares que operen a estos pacientes”, culminó Guzmán.
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