Cada 6 de octubre, los cubanos recuerdan el aniversario 38 de la voladura de la aeronave 455 de Cubana de Aviación con destino a Barbados en la que 73 personas perdieron la vida, víctimas del terrorismo.
Entre las personas a bordo de la aeronave, un Douglas DC-8 de fabricación estadounidense, que se dirigía desde la isla de Barbados a la de Jamaica -con destino a la capital cubana de La Habana se encontraban los integrantes de la delegación deportiva cubana que regresaba de Venezuela, donde habían obtenido todas las medallas de oro en el Campeonato Centroamericano de Esgrima.
Calificado como el peor ataque de este tipo en el hemisferio occidental, la evidencia posterior implicó en el crimen a varios individuos con vínculos con la CIA (Agencia Central de Inteligencia), además de algunos miembros de la policía secreta venezolana de aquel entonces (la denominada Dirección de los Servicios de Inteligencia y Prevención, DISIP). Uno de ellos, Luis Posada Carriles, vive en Miami bajo la protección el gobierno de Estados Unidos.
Documentos de la CIA recién desclasificados en 2005 indican que esa agencia estadounidense “tenía inteligencia concreta de avanzada, tan temprano como junio de 1976, sobre planes de grupos terroristas cubanos exiliados, de atacar con una bomba un avión de línea de Cubana”.
El homenaje en la oriental provincia de Las Tunas a los mártires de Barbados se realizará este lunes durante la mañana en el Aeropuerto Hermanos Ameijeiras, para honrar a Leyva González y Mackenzie Gran, dos tuneros, que perdieron la vida en el injusto crimen. ZGM.
VTV / Radio Haban
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