Marco Teruggi/Resumen Latinoamericano, 20 de octubre de 2015 –
Fue el 20 de octubre del 2012, 13 días después de la nueva victoria
electoral de Hugo Chávez como presidente de la República de Venezuela,
Comandante de la revolución bolivariana. La reunión, un consejo de
ministros en cadena nacional, quedó marcada con el nombre de golpe de
timón, y una consigna central: comuna o nada.
“Para nosotros el golpe de timón es un reclamo que el Comandante
recoge del pueblo, que se siente en todos los territorios donde el
pueblo quiere empoderarse, y existe resistencia dentro del propio
Gobierno, que él mismo emplaza: ¿Dónde están las comunas, cómo vamos a
construir el socialismo si no empoderamos al pueblo, cómo vamos a
construirlo si cada dirigente del proceso no se dedica a hacerlo y no le
da espacio a la gente? El golpe de timón es una exigencia pública que
hace en vista que solamente el pueblo salva el pueblo, en aras de
profundizar la construcción del socialismo, la democracia participativa y
protagónica en lo concreto”, dice Duiliam Virigay, vocero de la
Corriente Revolucionaria Bolívar y Zamora (Crbz) que, en la actualidad,
acompaña “de manera directa, con dirigentes, construcciones orgánicas” a
450 comunas y 300 en proceso de construcción.
La apuesta comunal de la Crbz es anterior al 20 de octubre. Proviene
desde el intento de cambio constitucional del año 2007: “Allí el
Comandante planteó la nueva geometría del poder, la refundación
estructural de la República, desde el punto de vista político,
organizativo, de cambiar el viejo Estado rentista, petrolero, burgués,
para ir sentando las bases de un Estado socialista, un socialismo
autóctono, construido por nuestro pueblo”. Allí comenzaron, desde los
cimientos: consejos comunales, comunas hasta los ensayos -hoy
realidades- de ciudades socialistas.
Con el desarrollo de esas líneas de trabajo aparecieron las
tensiones: “Todos los procesos de empoderamiento del pueblo en el marco
de la revolución bolivariana tienen mucha resistencia de los compañeros
que tienen espacios institucionales, a veces por falta de consciencia,
no entender esa visión del Comandante”. Por eso, afirma Virigay, tuvo
lugar esa cadena nacional, esa necesidad de acelerar el proceso de
transición.
“Después de tres años el golpe de timón está más vivo que nunca,
pareciera como si todavía estuviera haciendo el mismo reclamo. Siguen
los obstáculos, sucede lo mismo con el presidente de la República: se
orientan cosas, se articula el consejo presidencial a nivel nacional,
pero en los estados el empoderamiento del pueblo hay que lucharlo. Sería
mucho más fácil si todos los que dirigen el proceso en las diferentes
estructuras facilitaran el proceso de empoderamiento al pueblo, la
construcción de ese instrumento, es sujeto que está en el territorio,
donde coinciden todos los actores sociales”.
Al iniciar el mandato presidencial Nicolás Maduro el número de
comunas registradas era menor a cien. Hoy, son más de 1300 en todo el
territorio nacional. ¿Cómo medir la profundización de la comunalización
de la vida, del “espíritu de la comuna”?
“Una cosa es el registro, eso es una manera cuantitativa de medir, no
es suficiente. Otra cosa es hacia adentro de la comuna, su
empoderamiento. Decía Chávez en un discurso en la Asamblea Nacional que
el poder popular debía ir instituyéndose en su territorio, y ahí tenemos
enormes deudas, porque se registra la comuna pero el proceso de
transferencia de atribuciones a la comuna va lento, igual que el proceso
de manejo de algunas cosas en el marco político, económico, y así
también el marco del reconocimiento de la vieja institucionalidad a esta
nueva institucionalidad socialista. Se pudiera solamente reconocer
jurídicamente la comuna pero luego no reconocerla como actor político
dentro del proceso, como actor económico”.
***
El escenario de las dificultades no debe eclipsar, y así lo subraya
el dirigente de la Crbz, las fortalezas que tiene el proceso
revolucionario. Una de ellas es la voluntad existente: “El pueblo quiere
empoderarse, asumir el papel protagónico, pelear sus espacios, tiene
ánimo para seguir construyendo este sujeto que es la comuna”.
Esto sucede en la etapa actual que, siempre es necesario recordarlo,
tiene desde su inicio una dificultad estructurante: “Hay que revisar la
historia del continente, del mundo y de las revoluciones, ¿qué proceso
se ha logrado mantener después de la pérdida de su liderazgo histórico?
Nuestro liderazgo histórico fue y sigue siendo el Comandante Chávez, ese
liderazgo hoy no nos acompaña, pero aún después de esa pérdida este
proceso continuó”.
En ese escenario existen las fortalezas: “Ese nivel de conciencia que
el Comandante Chávez generó hoy está vivo, como si estuviera aquí
presente, todo lo que hizo para generarle consciencia al pueblo hoy está
presente”. Y junto a eso, Virigay señala la solidez de la dirección del
proceso: “Es importante resaltar la voluntad del presidente Maduro, de
las conclusiones del último congreso del Psuv, de su dirección nacional,
por mantener el legado del Comandante, pero sobre todo, de parte del
presidente Maduro, por sostener, impulsar y tratar de consolidar el
poder popular y garantizar eso del 20 de octubre: comuna o nada. La
convocatoria a los consejos presidenciales del gobierno popular, es una
apuesta estratégica”.
Son más los elementos a favor, como la unidad que hoy existe dentro
del chavismo a través de sus dos herramientas políticas centrales, el
Partido Socialista Unido de Venezuela y el Gran Polo Patriótico, y
también que, según las encuestas: “Más del 60% de la población sigue
siendo chavista, y más del 50% cree en la construcción del socialismo.
No en cualquier país del mundo en algun momento de la historia ha tenido
un nivel de aceptación tan alto la construcción del proyecto
socialista, una alternativa al capitalismo, al neoliberalismo”.
Sobre esas bases es que Virigay asegura que es posible y necesario
profundizar la línea del 20 de octubre, enfrentar las debilidades, como
desarmar el modelo rentista petrolero. “De ese modelo se sale
construyendo uno nuevo, y en Venezuela hay posibilidades a través de la
comuna, entonces los actores del proceso tenemos que dedicarnos a eso,
para que cualquier dirigente de base, hasta el que escribe artículos en
periódicos, páginas de opinión, pueda empezar a construir socialismo a
través de la comuna”.
La alternativa a lo heredado en las comunas, articulado en un
poderoso movimiento: “Es importante que todo el movimiento comunal
apueste a la unidad, para que se convierta en una actor de peso en el
proceso, que cuando hable, se discuta, así sean mucho las diferencias se
mantenga la unidad en cuanto a lo estratégico, el empoderamiento en la
comuna, en el territorio, en cuanto al peso que debe tener la comuna
poco a poco en la dinámica nacional, política, económica, en la dinámica
de los partidos incluso”.
Para que eso pueda continuar, seguir el curso en disputa, aparece
como clave la próxima contienda electoral: “Hay que cerrar filas en las
elecciones del 6 de diciembre, que el presidente Nicolás Maduro, y toda
la dirección política-militar del proceso, sigan al frente de este
gobierno, porque un gobierno de derecha aquí sería eliminar las
posibilidades de construir los sueños que el Comandante dejó pendiente,
como la construcción del Estado comunal, el Estado social de derecho y
de justicia”.
Ganar el 6 de diciembre, con unidad del chavismo y protagonismo
creciente comunal en perspectiva estratégica, es lo que debe impulsarse,
construir en la proyección marcada por la consigna de Chávez que guía
los pasos de la Crbz: “Comuna o nada podemos decir en estos momentos
para hacer irreversible la revolución, seguir transformando nuestro
modelo económico, y seguir siendo Venezuela un proceso de vanguardia en
la construcción del socialismo en el continente y en el mundo”.