Líderes y expresidentes latinoamericanos
manifestaron un contundente respaldo al exmandatario brasileño Luiz
Inacio Lula Da Silva, quien enfrenta una arremetida judicial en su
contra, así como una campaña de descrédito.
A través de una declaración conjunta,
reseñada en el sitio web de la agencia Prensa Latina, los firmantes
denunciaron que el dirigente del Partido de los Trabajadores (PT) es
víctima del “intento de algunos sectores de destruir la imagen de este
gran brasileño”.
Entre los firmantes están los
expresidentes Cristina Fernández y Eduardo Duhalde, de Argentina, así
como los exmandatarios José Mujica (Uruguay), Felipe González (España),
Fernando Lugo (Paraguay), Ernesto Samper (Colombia), Carlos Mesa
(Bolivia) y Ricardo Lagos (Chile).
Además, firmaron el documento Mauricio
Funes (El Salvador), Manuel Zelaya (Honduras), Álvaro Colón (Guatemala),
Massímo D’Alema (Itália), Martín Torrijos (Panamá), Nicanor Duarte
(Paraguay), Leonel Fernández (República Dominicana) y José Miguel
Insulza, ex secretario de la OEA.
“Lula no se considera ni está por encima
de la ley. Pero tampoco puede ser objeto de ataques injustificados en
contra de su integridad personal”, destacan en el texto.
“Puso en marcha un ambicioso programa de
cambio social en Brasil, que sacó de la pobreza y la miseria a millones
de hombres y mujeres”, añaden en el documento, en el que subrayan que
el expresidente estableció una política económica que dio paso a la
creación de millones de puestos de trabajo y a un aumento extraordinario
de los ingresos de los trabajadores.
También profundizó la democracia,
estimuló la diversidad cultural y política, la transparencia de la vida
estatal y pública. “Estamos con él y ciertos de que la verdad
prevalecerá”, acotan la declaración conjunta.
Lula Da Silva fue detenido en su
vivienda el pasado 4 de marzo y obligado a declarar, luego de que los
efectivos policiales realizaran un allanamiento tanto a su residencia,
como a la casa de uno de sus hijos y la sede del instituto que lleva su
nombre, en una acción que ha sido denunciada como parte del plan de
golpe de Estado que se adelanta contra el gobierno de la presidenta de
esa nación suramericana, Dilma Rousseff.
Esta operación policial, denominada Lava
Jato, en la que participaron al menos 200 efectivos, se desarrolló a
pesar de que el Tribunal Supremo Federal (TSF) de esta nación había
emitido una sentencia en la que descartó la comparecencia de Lula, ante
la presentación, por parte de su defensa, de un escrito con las
alegaciones en torno al caso de corrupción en el que había sido
implicado.
El exmandatario, luego de anunciar su
candidatura presidencial para el año 2018, ha sido objeto de ataques por
parte de la derecha brasileña para desprestigiar su imagen y
descalificar su exitosa gestión como Presidente de Brasil entre 2003 y
2010.
AVN
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