Caracas, 14 Jun. AVN.- La violenta
represión perpetrada este jueves por los Carabineros (policía
militarizada) chilenos contra una marcha estudiantil dejó un saldo de
324 detenidos y al menos 74 personas heridas, entre ellas 24 policías y
50 jóvenes.
Una vez más, los estudiantes marcharon por las calles de Santiago en demanda de reformas al sistema educativo del país y en rechazo a las políticas adoptadas por la administración del presidente, Sebastián Piñera.
La policía ingresó, sin autorización, a la Casa Central de la Universidad de Chile, donde funciona el rectorado, y reprimió a los estudiantes, lo que provocó el descontento del resto de los manifestantes que se encontraban en las calles y el incremento del actuar policial.
El rector de la casa de estudios, Víctor Pérez, manifestó su rechazo a la acción de los uniformados.
“Carabineros no pueden entrar a la Universidad de Chile a golpear impunemente a nuestros estudiantes y dejarlos heridos. No tenemos explicación, es inaceptable. La Casa Central es altamente vulnerable, una bomba lacrimógena puede generar un incendio que termine con 140 años de historia”, declaró.
Por su parte, Andrés Fielbaum, presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (Fech), también rechazó el procedimiento policial. “Esto se suma a lo que hemos visto durante el año, Carabineros han ingresado dos veces al campus Juan Gómez Millas, entraron a la facultad de Derecho, se ha hecho una costumbre de entrar y violar la autonomía universitaria, atacando a personas que están en su lugar de estudio”.
La represión policial se repitió en otras ciudades del país suramericano, donde los estudiantes también salieron en defensa de la educación pública.
Las multitudinarias protestas estudiantiles en Chile se intensificaron a partir de mayo de 2011. Los estudiantes demandan educación pública, gratuita y de calidad y se manifiestan en contra del actual sistema educativo, que permite una amplia participación del sector privado de cara al insuficiente rol del Estado, que sólo aporta 25% del financiamiento.
Los jóvenes exigen al Gobierno que sea reformado el modelo educativo vigente, que fue implantado durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
Una vez más, los estudiantes marcharon por las calles de Santiago en demanda de reformas al sistema educativo del país y en rechazo a las políticas adoptadas por la administración del presidente, Sebastián Piñera.
La policía ingresó, sin autorización, a la Casa Central de la Universidad de Chile, donde funciona el rectorado, y reprimió a los estudiantes, lo que provocó el descontento del resto de los manifestantes que se encontraban en las calles y el incremento del actuar policial.
El rector de la casa de estudios, Víctor Pérez, manifestó su rechazo a la acción de los uniformados.
“Carabineros no pueden entrar a la Universidad de Chile a golpear impunemente a nuestros estudiantes y dejarlos heridos. No tenemos explicación, es inaceptable. La Casa Central es altamente vulnerable, una bomba lacrimógena puede generar un incendio que termine con 140 años de historia”, declaró.
Por su parte, Andrés Fielbaum, presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (Fech), también rechazó el procedimiento policial. “Esto se suma a lo que hemos visto durante el año, Carabineros han ingresado dos veces al campus Juan Gómez Millas, entraron a la facultad de Derecho, se ha hecho una costumbre de entrar y violar la autonomía universitaria, atacando a personas que están en su lugar de estudio”.
La represión policial se repitió en otras ciudades del país suramericano, donde los estudiantes también salieron en defensa de la educación pública.
Las multitudinarias protestas estudiantiles en Chile se intensificaron a partir de mayo de 2011. Los estudiantes demandan educación pública, gratuita y de calidad y se manifiestan en contra del actual sistema educativo, que permite una amplia participación del sector privado de cara al insuficiente rol del Estado, que sólo aporta 25% del financiamiento.
Los jóvenes exigen al Gobierno que sea reformado el modelo educativo vigente, que fue implantado durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
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