El deshielo de los glaciares en la Antártida occidental ha cruzado "el punto de no retorno" y ya es irreversible a consecuencia del calentamiento global. Dos estudios presentados esta semana por científicos de la NASA y de la Universidad de California en Irvine mostraron el resultado de investigaciones de más de cuatro décadas con información aérea, terrestre y satelital que evidencian un "lento pero imparable colapso" de la estructura de hielo que hará subir el nivel del mar más de 10 centímetros por siglo.
El calentamiento global y el agujero en la capa de ozono modificaron los vientos antárticos y calentaron el agua, lo que "va atacando" la base del hielo. Los expertos opinan que la reducción de las emisiones de combustibles fósiles seguramente no va a detener el proceso, pero sí ayudaría a frenar su velocidad.
Los científicos estudiaron seis glaciares de la región, particularmente el Thwaites, de 610.000 kilómetros cuadrados.
Eric Rignot, autor de uno de los trabajos afirma, "ese sector de glaciares será el que más contribuya al aumento del nivel del mar en las próximas décadas y siglos. Un cálculo conservador indica que todo el hielo de los glaciares podría demorar varios cientos de años en llegar al mar. Cada proceso en esta reacción alimenta al siguiente en un círculo vicioso.
"El hielo que se descarga en el océano estuvo incrementándose continuamente durante más de 40 años". La contracción del glaciar Smith, por ejemplo, ya es de unos 35 kilómetros. Es decir, unos 2 kilómetros por año. "Estos glaciares seguirán derritiéndose hasta que desaparezcan, y el hecho de que reaccionan casi simultáneamente muestra una causa común: el aumento de las temperaturas en el océano".
Estos glaciares propician considerablemente el aumento del nivel del mar, ya que todos los años le aportan tanto hielo al océano como la superficie de Groenlandia con una velocidad mayor que la esperada anteriormente por los científicos.
Solo el derretimiento de los seis glaciares estudiados es suficiente para elevar el nivel de los mares 1.2 metros, un dato que pone los pelos de punta pues no considera el resto de los glaciares de la Antártida, los hielos del Ártico, los de la propia Groenlandia ni la infinidad de glaciares existentes en todos los continentes, la mayoría por cierto- en proceso de deshielo si es que no desaparecieron ya.
El hallazgo de los científicos está basado en tres evidencias fundamentales: el cambio de la velocidad del flujo de agua que los glaciares aportan al mar, la cantidad de hielo de cada glaciar que flota en el mar y la pendiente del terreno por el que se deslizan, y su profundidad por debajo del nivel del mar.
Prueba de que el fenómeno no se reduce a la Antártida, un artículo de Darh Jamail publicado en marzo de este año(http://www.rebelion.org/noticia.php?id=182868) ofrece amplia evidencia sobre el deshielo del Océano Ártico, en el Polo Norte, que permite hacerse una idea más completa sobre las gravísimas implicaciones del derretimiento a escala global, y, sus devastadoras consecuencias sociales.
Jamail cita a un número cada vez mayor de científicos que estudian las Alteraciones Antropogénicas del Clima. Ellos afirman que no habrá hielo en el Antártico en los próximos dos veranos.
La pérdida del hielo creará una situación que supondrá un planeta muy distinto, con una elevación de la temperatura media de la Tierra de hasta 5 o 6 grados centígrados en pocas décadas la nieve y el hielo serán muy raros en el hemisferio norte o incluso desaparecerán durante todo el año, pronostica Paul Beckwith, profesor de climatología y meteorología en la Universidad de Ottawa que estudia el cambio climático brusco en la actualidad y en los paleoregistros del pasado más lejano.
Hasta el Panel Intergubernamental de Cambio Climático de la ONU, aduce Jamial, conceptuado como conservador por la comunidad científica, acaba de vaticinar cambios climáticos imparables e irreversibles, como el deshielo tanto de la capa de hielo del Ártico como del hielo de los glaciares de Groenlandia.
Eventos climáticos extremos, pérdida enorme de cosechas y hambrunas sin precedente, disputas por el agua y otros recursos, ley marcial y derrocamiento de gobiernos, están entre las consecuencias que prevén los científicos en pocos años.
Si no acabamos pronto con la quema de combustibles fósiles -principal causante del cambio climático- y, por lo tanto, con el capitalismo que la engendró, ella acabará con la vida de nuestra especie.
Ángel Guerra Cabrera
Periodista, profesor en Casa Lamm, latinoamericanista, romántico y rebelde con causa. Por una América Latina unida sin yugo yanqui. Vive en México, D.F.
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