MEMORIAS DE UN ESCUÁLIDO EN DECADENCIA
¡Nos espeloncamos otra vez! Es decir, nos venimos abajo, mientras el
chavismo va a la Cumbre de Panamá con más de 10 millones de firmas para
metérselas a Obama por el buche, nosotros estamos escondidos, pasando
pena y vergüenza, que por cierto, ya nos queda muy poca, porque ni
siquiera recogimos 300 firmas cuando salimos a buscar apoyo para el
documento o Decreto de la Transición, una vaina donde a pesar de que
Miguel –Bobolongo, como lo llama Fracaso Petkoff- Otero, nos apoyó con
su medio y sus reales, pero nada. En cambio estos carajos bastó y sobró
que Obama sacará la pendejada esa del decreto y dijera que Venezuela es
una amenaza y zass, más de 10 millones de firmas y sin contar el montón
de gente que en otros países salió dispuesta a arriesgar su vida por
firmar a favor de Venezuela, pendientes de que Obama les lanzara un
bombardeo humanitario de paz, y nosotros, la heroica oposición
venezolana, escondiéndonos para que no sepan que no firmamos un carajo,
porque ni de vaina, si se entera Obama de que le echamos la partida para
atrás después que nos has ha querido tanto, le puede dar una vaina.
Allí están en Panamá más contento que Ramos – Espoleta- Allup gritando
fraude cada vez que le da la gana sin mostrar ninguna prueba. En cambio
nosotros, por lo visto, no vamos a ir ni a llegar nunca a la Cumbre, a
menos que se cree la Cumbre del Fracaso General, allí seguro seremos los
primeros en dar la cara, porque carajo, nunca un grupo había fracasado
tanto como nosotros, pero menos mal que todavía hay gente que sigue
creyendo en nosotros, pobre gente, esa gente es una demostración más de
que vale la pena seguir fracasando por ellos. Además, les digo una
vaina, y muy aquí entre nosotros, con ese secretario general que tenemos
en la Mud nos va a costar una bola y parte de otra llegar a una cumbre,
porque allí no hay talento, no hay cacumen, en esa cocora, como llaman
en Margarita a la cabeza, no hay una idea que nos encumbre, que nos
zumbe directo al poder.
El papá de Margot llegó en silencio y abrió la nevera y la vio vacía y
preguntó: “¿La estás vendiendo, Margot?” Después tiró El Nacional contra
la pared y dijo: “Hasta cuándo nos engaña este medio”. Luego tomó
asiento en su sillón Luis XXI que le compró en una venta a Ramos –
Espoleta- Allup, tomó el control y salió el canal ocho y estaba Nicolás
Maduro diciendo: “Ya recogimos más de 10 millones de firmas, de
voluntades, de fe en la patria, de…” Apagó el televisor y tiró el
control contra la pared y se hizo añicos. Se fue al cuarto y le metió un
coñazo tan duro a la puerta, que el televisor se volvió a prender solo y
se vino abajo. Y un vecino gritó. “A correr, que se está acabando el
mundo”
-
El mundo gira, gira.- me canta Margot
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