28/03/14.-En la tarde de ayer la plaza Diego Ibarra fue punto de encuentro, de alegría, para vivir y celebrar en pleno centro de Caracas el triunfo de la selección femenina venezolana Sub17 de fútbol, que derrotó a la de Canadá por 3-2 y avanzó a semifinales del Campeonato Mundial de esa división que tiene lugar en Costa Rica.
Desde temprano, muchos estaban pendientes de la pantalla gigante colocada por la Alcaldía de Caracas para presenciar el encuentro que protagonizarían las venezolanas, campeonas suramericanas y primer equipo criollo en trascender hasta semifinales de un torneo avalado por la FIFA (Federación Internación de Asociaciones de Fútbol).
Winston Vallenilla, presidente de la Televisora Venezolana Social (Tves) invitaba en la pantalla a presenciar el encuentro en familia. Eran las 3:00 pm, faltaba media hora para el inicio, el sol hacía sentir sus rayos y muchos se ubicaban cerca de la fuente del lugar, protegiéndose con la sombra que proporcionaban las torres del Centro Simón Bolívar.
Algunos transeúntes se detenían, miraban la pantalla y seguían para llegar a casa a tiempo y presenciar el encuentro allí. Grupos de estudiantes comentaban, y vendedores de tostones, café, helados caseros, y de los otros también, esperaban a que mejoraran su ventas con el inicio del partido.
A la izquierda de la pantalla, en un extremo de la pared del Palacio de Justicia, en una gigantografía, el Comandante Supremo de la Revolución Bolivariana, Hugo Chávez Frías, que siempre estuvo pendiente del deporte y las selecciones venezolanas, también parecía aguardar el comienzo del partido, para celebrar los goles de las muchachas.
“Las mujeres salvarán al mundo”, decía Chávez, y en el caso del deporte las venezolanas están haciendo historia en el fútbol.
Ambas selecciones salieron al terreno de juego del Estadio Nacional de Costa Rica, en San José, y el público empezó a acercarse a la pantalla en la plaza, tratando de protegerse con la sombra de las torres. Comenzó la entonación de nuestro himno nacional y algunos, gorra en mano, saludaron a las jugadoras venezolanas.
Sonó el pitazo y la atención se concentró en la pantalla. Callaron los vendedores, igualmente atentos a cada acción, y con los primeros avances de las vinotintos se hicieron presentes la emoción, los gritos de aliento y comentarios sobre cada movimiento, especialmente cuando la número nueve, y goleadora del equipo, Deyna Castellanos, estaba en la jugada.
A seis minutos de iniciado el partido ya celebraban el primer gol, conseguido por la aragüeña Castellanos tras pase de la sucrense Gabriela García.
Doce minutos después alguien lamentó el gol de Canadá, que igualó el partido con un manotazo a un poste. Ya todos en la plaza parecían conocerse, disfrutaban y sufrían las acciones del choque.
Eran las 4:00 pm, la Torre Sur ocultaba parte del sol, lo que hizo que los aficionados se acercaran más a la pantalla. Poco después Canadá se puso arriba 2-1.
“Tenía que salir”, dice un aficionado sobre la arquera Franyely Rodríguez al ver la repetición de la jugada.
Tres minutos después ocurrió una explosión de alegría, Yosneidy Zambrano, conseguía su primer gol en el Mundial, que puso el 2-2 en el marcador. Así se fueron a los camerinos.
“Ahora, para el segundo tiempo es que vamos bien, ya empatamos. El sol le va a pegar a las canadienses”, sostuvo Rafael Rodríguez lleno de optimismo.
En el entretiempo comenzó a funcionar la fuente y el rocío que dispersaba la brisa generó un ambiente de frescura.
Jesús Coronado, un cumanés de 63 años que predica la palabra de Dios, acaba de llegar y pregunta cómo va el partido.
Gabriela García pone el tanto de la victoria, 3-2. “El tiro fue magnifico”, dice Coronado.
“Es algo admirable lo que han hecho estas muchachas, deben ser ejemplo para fomentar la práctica del deporte y tener una Venezuela más limpia de drogas, de violencia. El deporte nos lleva a tener más gozo, más paz”, asegura el aficionado sucrense y todos celebran en la plaza.
JUAN CERMEÑO/CIUDAD CCS
FOTOS NANCY CERVANTES
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