viernes, 27 de marzo de 2015

En lo alto de La Vega también se construyó una Base de Misiones por Blanca Hurtado

 
Caracas , 27 Mar. AVN.- Llegar al destino no es tan fácil y es que cada subida es más empinada que la otra; tanto que se pierde la cuenta de las cuadras, los caminos, las trochas y todo lo que pudiera dar una señal sobre la calle principal de Sinaí, ubicada en la populosa parroquia caraqueña La Vega, donde la mayoría de las calles son angostas y las casas se pierden de vista. Fue precisamente allá arriba, en un punto alto de esta conocida barriada de la ciudad capital donde se construyeron las Bases de Misiones para llevar, hasta la propia comunidad, los programas de protección social, tal como se viene haciendo en 1.500 comunidades de todo el país.
Una casa pequeña identificada como Base de Misiones Sinaí da la bienvenida a quienes, por primera vez, visitan este sector de Caracas. Varios minutos toma subir algunas cuadras para llegar a las otras estructuras, también instaladas con el mismo propósito: alfabetizar, ofrecer atención en materia de salud, alimentación, cultura, recreación, vivienda, y además tramitar los servicios básicos, como agua, luz y todo lo que haga falta.
En total son tres casas las que conforman la Base de Misiones y Yeny Montoya, habitante de esta comunidad desde hace seis años, acude con frecuencia a la que está más arriba, donde recibe clases a través de la Misión Robinson, que ha alfabetizado a más de 1.7 millones de venezolanos desde su creación en 2003.
Allí cursa la fase que corresponde a quinto grado de primaria junto a otros cinco compañeros, incluso una persona con discapacidad a quien este módulo le queda a unos cuantos metros de su casa. "Me entusiasmé cuando me dijeron que esto era para que nosotros continuáramos los estudios, porque por ejemplo yo no había podido estudiar".
Al compartir parte de su historia con el equipo de la Agencia Venezolana de Noticias (AVN), Yeny contó todo lo que ha aprendido en sus clases. "Nada más hermoso que estudiar, prepararse, uno aprende de todo. Yo antes era tímida y muchas me cohibía de hablar, de opinar, ahora no, ahora soy una mujer emprendedora", reseña orgullosa.
Lo último tiene una razón y es que Yeny, desde joven, se dedica a la venta de dulces caseros, tortas, panes, golfeados y papas rellenas. De hecho, trabaja de manera independiente dedicándose a eso. Se despierta antes de las 5:00 de la mañana para preparar las papas y ofrecerlas en horas del desayuno. Una vez vendidas, regresa a su hogar, construido con zinc y algunos bloques, donde cocina los panes, tortas, golfeados y dulces que ofrece a mediodía y en horas de la tarde.
De su amor por la cocina -afirma- nació el proyecto de crear una panadería artesanal en la comunidad Sinaí, puesto que allí no hay y la mayoría de los habitantes tiene que trasladarse a barriadas aledañas para adquirir los productos, que por falta de tiempo y logística, no cubre Yeny.
"También doy clases de repostería, con eso me ayudo, pero lo más importante es que mis conocimientos los estoy esparciendo a otras mujeres de aquí, que juntas tenemos ese proyecto de abrir la panadería", comentó.
Precisamente, convertir a las comunidades en situación de pobreza extrema en espacios productivos es uno de los propósitos del Gobierno venezolano, que suma esfuerzos para apoyar a estas familias con una política social que incluye la construcción de las Bases de Misiones, centros logísticos compuestos por tres casas en las que se gestionan los servicios de salud, alimentación, educación, cultura y deportes en las comunidades en situación de pobreza extrema del país, acción que ha sido reconocida por organismos internacionales como es el caso de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
A sus 42 años, Yeny, madre de tres hijos: de 14, 6 y 3 años de edad, se enfoca en la meta de continuar sus estudios, lo cual se propone lograr en esta Base, donde tiene planes de continuar con las misiones educativas Ribas (para la educación media) y Sucre (para la formación universitaria).
"Es importante que la comunidad aprecie y aproveche esta oportunidad de estudiar, de superarse, de salir adelante como lo estamos haciendo muchas personas", expresó Yeny en alusión a esta iniciativa que tiene como meta llevar la pobreza extrema a cero en el 2019.
Para evaluar los avances de Venezuela en la materia, este jueves el vicepresidente para Desarrollo Social y Misiones, Héctor Rodríguez, y la secretaria ejecutiva de la Cepal, Alicia Bárcena, quien visitó el país para cumplir una agenda de trabajo en temas económicos y sociales, recorrieron esta Base de Misiones.
Bárcena exaltó el esfuerzo que adelanta Venezuela para cumplir, por adelantado, con la meta que se ha propuesto la Cepal de llevar la pobreza extrema a cero en 2020.
En este proceso, las Bases de Misiones son fundamentales porque van directamente a las comunidades y buscan captar ese 5.4% de pobreza extrema que persiste en el territorio nacional, índice que antes de 1999 llegó al 21%.
Blanca Hurtado AVN 27/03/2015 11:08

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