La moneda cae pese a las intervenciones
El gobierno brasileño no ha determinado un piso o un techo para el real y permitirá la libre flotación de la moneda frente al dólar, dijo el lunes por la noche el ministro de Hacienda, Guido Mantega. Todo esto, en medio de un escenario que ya genera preocupación hasta en la propia presidente Dilma Rousseff.
El funcionario reconoció que la moneda ha sufrido un agudo debilitamiento recientemente en reacción a los ajustes en los mercados extranjeros, pero advirtió a los inversores que la depreciación no se debe interpretar como una tendencia permanente. Lee aquí toda la información de Brasil en portugués.
"La moneda en Brasil flota, y flota de dos maneras", señaló Mantega, según sus asistentes. "Aquellos que hoy están ganando, podrían perder mañana".
Hay que destacar que el Banco Central ha desplegado una batería de medidas para intentar detener la fuerte depreciación de la moneda local, sin embargo no lo ha podido evitar.
Así, a pesar de hacer tres subastas de contratos de canje de divisas y una subasta de acuerdos de recompras de divisas, el real sufrió el lunes su sexta baja consecutiva al devaluarse un 0,83% hasta quedar en 2,416 unidades por dólar. Una cifra que representa un nuevo récord desde marzo de 2009, momento a partir del cual la moneda brasileña ha perdido el 6,24% de su valor. Esto, es lo que explicaría en parte la medida.
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