RT: Presidenta, ante todo, muchísimas gracias por estos minutos con RT. Sabemos que tiene una agenda muy ajustada. A 130 años del establecimiento de las relaciones con Rusia ¿qué sensaciones se lleva de esta visita en particular luego de ver, de estar con el presidente Putin?
C.F.: Bueno, creo que una sensación, más que sensación, la certeza, porque las sensaciones son sensaciones, lo importante son las certezas. La certeza de que la relación ruso-argentina, argentino-rusa sigue profundizándose y hace honor a estos 130 años, a este aniversario. Y que tiene que ver y trasciende ya los lazos de hermandad, o de compartir culturas o identidades, y pasa directamente a planos más profundos. Hoy hemos firmado 11 convenios, entre ellos la construcción de la represa Chihuido. Rusia tiene una larga tradición en Argentina en materia de construcción, de provisión de turbinas hidroeléctricas, más de 4.300 megavatios del total del parque energético argentino son de origen ruso, inclusive las turbinas de la represa binacional entre Uruguay y Argentina, Salto Grande, son rusas. Bueno, hoy estamos dando un nuevo hito en materia hidroeléctrica cuando firmamos el contrato de Chihuido.
Pero hoy dimos un salto cualitativo, por lo menos en el campo energético también, al firmar dos acuerdos referidos a lo que puede ser y seguramente lo va a ser, la construcción de la sexta central nuclear argentina.
Pero hoy dimos un salto cualitativo, por lo menos en el campo energético también, al firmar dos acuerdos referidos a lo que puede ser y seguramente lo va a ser, la construcción de la sexta central nuclear argentina. Como usted sabe, Argentina es el país latinoamericano con mayor ‘expertise’ en materia de energía nuclear. Nosotros construimos, diseñamos, fabricamos y vendemos reactores nucleares, llave en mano. De hecho hay reactores nucleares nuestros en Egipto, en Argelia y en Australia, donde hemos disputado inclusive con Francia, que es una potencia en materia de energía nuclear y hemos ganado esa licitación ya hace unos años. Además, hemos firmado importantes convenios con la Comisión Nacional de Energía Atómica de argentina y nuestra par rusa, para profundizar y cooperar en materia de investigación y también en la provisión de Rusia a Argentina de uranio metálico. Convenios culturales, convenios que también tienen que ver con la asociación entre Gazprom e YPF, nuestra recuperada línea energética de bandera, una empresa que había sido privatizada, que nosotros hemos recuperado con Gazprom, nada más ni nada menos que la mayor productora de gas del mundo, que también va a abarcar la cooperación en lo que es el segundo yacimiento de gas no convencional en el mundo, que lo tenemos en Argentina y el cuarto no convencional de petróleo, también en Argentina.
En fin, y también en materia de agricultura, de ganadería, económicos… son 11 acuerdos que hemos firmado, a cuál de ellos más importante, y la declaración del acuerdo estratégico integral que hemos firmado el presidente Putin y yo, y que abarca todo esto en términos políticos también. Que tiene que ver no solamente con la relación bilateral, sino también en cómo enfrentar hoy los problemas que tiene el mundo y la visión que tenemos acerca de la multilateraridad del rol de Naciones Unidas, de la no injerencia de países en los asuntos internos de otros países, del tradicional y valorado apoyo de Rusia a la cuestión de Malvinas. Hemos también nosotros apoyado la resolución 2202 del 17 de febrero del 2015 referente a los acuerdos de Minsk en la cuestión de Ucrania. Así que, bueno, creo que ha sido muy fructífera. Y también, por supuesto, el tradicional apoyo en la lucha contra los fondos buitre.
RT: Presidenta, no es un acercamiento exclusivo de la Argentina, a nivel regional se han profundizado en muchos países las relaciones con Rusia.
C.F.: Absolutamente.
RT: Y esto despierta algunas resistencias. Si uno lee las noticias digamos, se ve. Usted hacía mención en Panamá, cuestionaba que Venezuela pudiera ser tomada como una amenaza por los Estados Unidos, también cuestionaba este pretendido aumento de defensa de Inglaterra utilizando la relación entre Rusia y Argentina para plantear que Argentina podría también ser una amenaza con Malvinas. ¿Es una casualidad esto o puede ser que justamente el acercamiento a Rusia de países de la región…?
C.F.: No. En política no hay casualidades. En política hay estrategias, geopolítica, intereses, todo ello se entremezcla y entonces produce determinadas acciones por parte de determinados países. En este caso el Reino Unido, que bueno, de las 17 colonias que quedan en el mundo, luego de un proceso de descolonización, que fue lo que caracterizó el siglo XIX, por lo menos en Latinoamérica, y el siglo XX en el resto del mundo, de estas 17 colonias, 10 siguen perteneciendo al Reino Unido, que sigue con esa práctica colonial. Creo que fue, más que nada, un ejercicio de estrategia global de comunicación y electoral por estar próximo Cameron a tener elecciones. Entonces quiso asustar a los chicos como cuando eras chiquito: “Nene toma la sopa porque si no vienen los comunistas”. Esto ya es un mundo totalmente superado, me parece que hoy se tiene más miedo a aquellos que quieren meter miedo con otros que a lo que tradicionalmente era. Yo creo que hay mucha gente que quedó atrapada en la visión, pese a que todo declaman como que terminó la guerra fría, que terminaron los enfrentamientos, que hay un mundo más global. Creo que quedaron atrapados en una lógica binaria, una lógica donde siempre hay que tener un enemigo o un adversario para poder existir o para poder dominar. Me parece que esta lógica binaria de amigo-enemigo se tiene que terminar en el mundo, porque además conduce a situaciones francamente insostenibles.
Por eso, hoy, con el presidente Putin, hemos firmado esta declaración donde sostenemos al diálogo, a la política, a la diplomacia, a la multilateralidad, y a la ONU como el único camino para suspender y fundamentalmente resolver los conflictos.
Por eso, hoy, con el presidente Putin, hemos firmado esta declaración donde sostenemos al diálogo, a la política, a la diplomacia, a la multilateralidad, y a la ONU como el único camino para suspender y fundamentalmente resolver los conflictos, ¿no? Creo que se intenta asustar y lo decía el otro día en la Cumbre de las Américas, nadie puede, con sentido común, creer que ningún país de la región latinoamericana pueda constituir una amenaza para la primera potencia del mundo en términos militares, científicos y demás. Además creo que debemos admitir un mundo de nuevos actores, multipolar, que ha surgido. Lo que pasa es que hubo una percepción de cuando se cayó la cortina de hierro, cuando se cayó el muro de Berlín, de que se acaba la historia. Y bueno, la historia nunca acaba, la historia siempre sigue, cambia, y ¡menos mal que cambia! Y cambiá con nuevos protagonistas, nuevas historias y nuevas realidades, y yo creo que Rusia es un actor a nivel global, a nivel mundial, bueno, insoslayable, y no veo por qué no podemos tener relaciones con él. De hecho, el segundo inversor en mi país, es Estados Unidos de Norteamérica. De las quinientas empresas más importantes de EE. UU., cien, están radicadas en la Argentina. Realmente plantear a Rusia como un peligro, me parece absurdo. En todo caso, alguien podría ponerse más nervioso de tener tantos norteamericanos en su país, sobre todo con las cosas que pasan en el mundo, ¿no? Así que…
kirshner
RT: ¿Y las resistencias internas, presidenta, porque…?
C.F.: Siempre hay resistencias internas, pero muchas veces también obedecen a posicionamientos electorales. En otros casos también obedecen a que hay gente que ha quedado atrapada en el viejo mundo, como digo yo, ¿no? En el mundo donde se miraba a un solo lado. Y la verdad es que hoy no puedes mirar a un solo lado. No puedes dejar de mirar al Norte, obviamente, ni desconocer qué es Estados Unidos y el peso específico que este país tiene en la gobernanza global, por así decirlo. Tampoco puedes obviar que existe la República Popular China, que existe la Federación de Rusia, que surgió el Sudeste asiático, que existe India, y que necesitás vincularte comercial y políticamente con todos. Que ya nadie puede reclamar el monopolio de la amistad y de las relaciones, ¿qué es esto de monopolizar? Eso puede ser en el campo de lo afectivo-personal, pero en el campo de lo político y de los países, creo que tenemos que tener relaciones con todos aquellos países del mundo.
RT: Habla de los protagonistas de la historia y inauguró una muestra muy importante y muy linda además de Eva Perón aquí en Moscú, uno de los personajes de la historia de Argentina más importantes…
C.F.: Una de las protagonistas
RT: Presidenta, bueno, Eva es una de las mujeres que ha tenido poder en la Argentina, su gobierno ha sido como muy cuestionado con mucha vehemencia en estos años, ¿cree que tiene que ver eso del rol de la mujer en el poder de ser la primera presidenta electa de la República Argentina, ¿cuánto hay de eso y cuánto hay de los intereses que se han tocado en la Argentina?
C.F.: Es un mix, es un mix perfecto. A ver, si fuera mujer y hubiera hecho todo lo que ellos quieren, lo que los sectores de poder quieren, seguramente me hubieran alabado, hubieran dicho, “qué chica tan inteligente, qué mujer tan inteligente y capaz”. Como además de ser mujer, no hago lo que ellos quieren, entonces, obviamente es un doble pecado. Sí, el componente misógino en el tema de la política todavía está, evidentemente. Pero tiene que ver más con los intereses o con el proyecto político, social, económico y cultural que uno representa. Margaret Thatcher también era mujer, sin embargo era aceptada muy amablemente por las grandes potencias del mundo, con lo cual, la condición de mujer no basta únicamente para ser por allí atacada desde los centros del poder.
Eva Perón fue una persona atacada en mi país porque llevó la bandera de los humildes.
Eva Perón fue una persona atacada en mi país porque llevó la bandera de los humildes. Basta con ir a visitar el museo, basta con escuchar sus discursos, pero fundamentalmente, basta con conocer la historia de lo que hizo esta mujer que murió a los treinta y tres años en plena juventud para comprender. Y sí, cuando uno genera… yo digo siempre que para poder… tal vez pueda parecer un contrasentido, no creo que alguien que tenga una posición de responsabilidad política en momentos controversiales de la historia, porque, a ver, si uno, de repente, llega a gobernar Disneyland, seguramente que lo quieren todos, porque está Micky, el pato Donald… No hay conflictos en Disneyworld. Si vos llegás y te nombran presidenta de Disneyworld, seguramente que todos te van a querer, porque ¿qué vas a hacer? Pasear por los bosques, por los jardines, les vas a regalar chupetines… Ahora, si te tocó gobernar un país como la República Argentina, como le tocó a Néstor Kirchner en el 2003, con un 25% de su ocupación, con una deuda del 160% de su PBI, con demandas sociales, con 54% de pobreza y demás… Obviamente. Si además, cuando comenzás a superar eso, comenzás con un proceso de redistribución de la riqueza para impulsar el crecimiento del país, seguramente vas a despertar algunas opiniones contrarias. Pero bueno, dicen que muchas veces se odia solamente lo querido. Es difícil, también, despertar odio. Es mucho más fácil despertar indiferencia por mediocre.
RT: A nivel personal ¿cómo se lo toma? Porque ha habido críticas muy fuertes más allá de la figura institucional de presidente, críticas sobre la intención de seguir adelante con un proyecto.
C:F.: Con agua me lo tomo en principio. Con agua, sí. Con agua porque no tomo alcohol, me encanta el agua, soy una gran bebedora de agua; un poco de sidra nada más en las fiestas. Porque me encanta la sidra, pero para las fiestas. Me lo tomo como se lo tiene que tomar una militante política. Yo no empecé en política siendo presidenta, ni siendo diputada, ni siendo senadora. Obviamente es mucho mejor que digan: “Qué buena que sos, qué linda…” Pero esto es imposible en política, sobre todo, vuelvo a repetir. A ver, cuando nosotros decidimos, por ejemplo, recuperar la administración de los fondos de los trabajadores, que estaban en manos de las AFJP, que cobraban comisiones multimillonarias, el Estado se hacía cargo de las jubilaciones, la gente no tenía posibilidades de ser incluido en el sistema previsional… Obviamente, si vos le sacás el negocio a unos pocos que se llevaron comisiones por 75 000 millones de pesos, esos no te van a querer. Y si te pueden pasar con un auto por encima, seguramente te pasan. Pero bueno, son los riesgos que uno asume cuando adopta determinadas posturas políticas, que hay que adoptarlas, y lo mismo le pasa con el país cuando uno le dice que no a los grandes centros de poder financiero, como por ejemplo cuando Argentina decide reestructurar su deuda externa y dice: podemos pagar esto y no podemos pagar más, porque creemos que Argentina se tiene que hacer cargo de una parte de la deuda, pero de la otra parte de la deuda se tienen que hacer cargo los que especularon y fueron a Argentina a colocar fondos a una tasa anual de un 15% en dólares, cuando el resto del mundo pagaba a penas el 2%, es lógico. Si vas a un banco donde te pagan el 20% y en todos los demás bancos pagan el 2%, probablemente ese banco no te pueda devolver lo que vos pusiste. Entonces dijimos: “bueno, sí, el capitalismo es riesgo, nosotros asumimos una parte del riesgo y ustedes asumes la otra parte”. Pero de cualquier manera pagamos más que la Enron; cuando la Enron quebró pagó diez centavos por cada dólar de sus accionistas.
RT: Presidenta, está transcurriendo ya el último año de su segundo mandato. Empieza ya el proceso electoral en Argentina, ¿cómo lo está viviendo?
C.F.: Bueno, lo estoy viviendo primero con el orgullo de haber sido la autora, precisamente, luego de fracasos que tuve siendo legisladora cuando quise legislar para que en mi país se diera un sistema de democratización de los partidos políticos donde hubiera internas abiertas, primarias, vinculantes y obligatorias, de modo tal que los aparatos partidarios no fueran los que decidieron los candidatos, sino que la sociedad decidiera quiénes eran los candidatos y luego en las definitivas, ya con los candidatos resueltos. Un sistema que democratizó la vida política argentina así que lo vivo con mucho orgullo y lo vivo con mucha alegría también, porque estamos viviendo en democracia, porque estamos eligiendo, estamos participando y creo que eso es muy bueno.
RT: Le preguntaría si tiene algún favorito entre los candidatos, pero supongo que no me lo va a contestar.
C.F.:Favoritos tenían los reyes, y favoritas. No, no, no, no, no. Eso es de la monarquía. Eso no es de la democracia. Favoritos y favoritas eran las monarquías.
RT: Hablaba de esta reforma del sistema electoral en la Argentina. ¿Una de las cuentas pendientes, quizá, por lo menos por ahora, es la de la reforma de la justicia, que finalmente no se dio?
C.F.: Yo creo que sí. Yo creo que es una deuda pendiente de la Argentina, la reforma de la justicia. Sí, sí, es algo que demanda la sociedad: la democratización de la justicia. La gente lo siente, lo percibe. Además, está visto en las encuestas, en la percepción que la gente tiene acerca de que la justicia no llega a los poderosos, la justicia es lenta… o sea: muchos defectos. Nosotros queríamos contribuir a que por lo menos en el organismo que califica la conducta de los jueces, que juzga la conducta de los jueces, tuviera participación el pueblo. No el poder político, sino el pueblo eligiendo a los representantes. Entre otras reformas que proponíamos.
Realmente todo esto no pudo ser llevado a cabo, pero yo creo que más temprano que tarde la reforma de la justicia va a ser abordada, porque es una de las demandas de la sociedad.
Realmente todo esto no pudo ser llevado a cabo, pero yo creo que más temprano que tarde la reforma de la justicia va a ser abordada, porque es una de las demandas de la sociedad. Y las cosas se van dando paulatinamente. Vos fijate que la primera vez que intenté la reforma de los partidos políticos con la democratización, yo era senadora, presenté el proyecto, y bueno, no tuve apoyo y ese proyecto fracasó. Cayó. Y la verdad es que sentí en ese momento una gran frustración. Y luego pude lograr que ese proyecto de democratización de los partidos políticos pudiera ser aprobado y se llevara a cabo. Es más, creo que cuando pusimos en marcha las PASO, que fue para la segunda presidencia, nadie creía en las PASO, mis propios compañeros gobernadores no creían en las PASO, desconfiaban… El tema era: “no va a ir a votar nadie”. “No va a ir a votar nadie”: este era el argumento. Uno puede recorrer las crónicas periodísticas escritas, por radio, por televisión, y todo el mundo apostaba que las PASO iban a ser un fracaso. Fueron un éxito total de concurrencia tanto en las primarias como luego porque hubo un nivel altísimo de participación. Y fue la verdadera democratización de los partidos políticos y, bueno, la calificaron de ‘inviable’, de ‘imposible’, y se pudo lograr. ¿Cuánto costó? Muchos años. Y bueno, ¿por qué no confiar en que nos cueste unos años más la democratización de la justicia? Pero va a llegar, no tenga duda.
RT: Presidenta, sabemos que tenemos que ir terminando. Entre las cosas que le han pasado durante la presidencia ha sido abuela, y está por ser abuela por según da vez.
C.F.: Así es. Sí, sí.
RT: Nos hemos enterado. La noticia la tomó bien, ¿no?
C.F.: Estupenda. Estupenda, sí. La primera que la tomó bien fue la madre.
RT: ¿Sí?
C.F.: Sí, sí, sí, la madre. El padre también, y la abuela ni qué hablar. Ni qué hablar, ni qué hablar…
RT: Bueno, ¿cómo se imagina después del 10 de diciembre de este año, cuando entregue el mandato? ¿En qué lugar? ¿Se imagina más cerca de la familia, más cerca de los nietos?
C.F.: ¿Qué me querés, llevarme a casa a cuidar de los nietos, vos?
RT: No. Es una pregunta de cómo se visualiza usted personalmente, más allá de como la ven.
C.F.: Mira, es una pregunta muy curiosa que te hacen siempre. Yo en realidad voy a cumplir 8 años de presidenta en el próximo 10 de diciembre, y tengo 62. Si yo le resto a los 62 esos 8 años significa que la mayor parte de mi vida no fui presidenta, e hice cosas…
RT: Pero convengamos que no es un cargo más.
C.F.: No. No es un cargo más. Es, digamos, el cargo institucionalmente al que más puede aspirar uno. Pero puedes ser presidente y no pasar a la historia, o pasar a la historia como cualquier cosa. Así que te digo que en definitiva me parece que lo más importante no es haber sido presidenta, sino haber hecho determinadas cosas cuando fuiste presidenta. Porque presidentes hubo muchos en la República Argentina. Tal vez, bueno, sí, la curiosidad, o la nota de color de haber sido la primera mujer presidenta, y además reelecta… eso quiere decir que somos buenas.
Así que creo que lo más importante en la vida son las cosas que hacés, no los cargos que ocupás.
Pero me parece que más que ser presidenta lo importante es qué hacés cuando sos presidente. Yo conozco a un montón de gente que fue presidente en la historia que ya no están vivos o unos que todavía están vivos y fueron presidentes. Y la verdad es que para ser presidente como lo fueron ellos, yo hubiera preferido, si tuviera que haber sido como ellos, no haber sido presidenta. Así que creo que lo más importante en la vida son las cosas que hacés, no los cargos que ocupás.
RT: Presidenta Cristina Fernández de Kirchner, muchísimas gracias.
C.F.: Gracias a vos.
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