La inusual ola de ataques se produjo en los últimos tres meses
Los ataques de las avispas se produjeron en la provincia china de Shaanxi (norte) en los últimos tres meses, confirmaron hoy las autoridades sanitarias del país asiático. Hay 1.675 personas que sufrieron picaduras de este insecto, 206 siguen hospitalizadas, según datos publicados por la Comisión Nacional de Salud y Planificación Familiar china, que instó a todas las autoridades a “realizar los mayores esfuerzos para minimizar el número de muertes”.
Esta provincia china mantiene activada la alerta desde finales de septiembre, cuando se evidenció el incremento de las muertes con respecto a años anteriores en una época en la que habitualmente se registran sucesos de este tipo. Las autoridades locales han difundido información a los ciudadanos sobre cómo protegerse de estas picaduras, debido a la falta de concienciación para evitarlas, y han instado a todos los departamentos a coordinarse entre sí para combatir esta oleada y destruir los nidos de avispas que se encuentren en áreas con mucha población.
Además, se ha trasladado a diversos expertos médicos a las áreas más afectadas -sobre todo rurales- para tratar a los pacientes más críticos, según la comisión. La causa del incremento de estos ataques aún es desconocida, señalaron las autoridades a la agencia oficial Xinhua.
Las altas temperaturas registradas en los dos últimos meses en Shaanxi han vuelto a los insectos más activos, explicó Huang Rongyao, un experto del Buró Forestal de la ciudad de Ankang, una de las más afectadas por los ataques. Sin embargo, para el catedrático Hua Baozhen la principal causa es el descenso del número de “enemigos naturales de las avispas”, como arañas y pájaros, resultado de cambios ecológicos.
Expertos médicos también inciden en la dificultad añadida que supone que la mayoría de casos se estén produciendo en zonas rurales, de difícil acceso.
La causante de los ataques es la “vespa mandarinia”, o avispa gigante asiática, que mide 6 centímetros y es una de las más letales del mundo, ya que posee una neurotoxina.
Los bomberos se están movilizando y han destruido 710 colmenas en las zonas afectadas, esperando evitar el aumento de víctimas. “Me rodearon y no pude escapar; pero sí cubrirme la cabeza con una papelera. Eso me salvó la vida”, dijo He Quancheng, un granjero que se encuentra hospitalizado.
Los insectos han invadido escuelas llenas de niños y han sorprendido a los trabajadores de las granjas de China. Mu Conghui fue atacada en la ciudad de Ankang mientras cuidaba su cultivo de mijo. “Eran aterradores”, dijo a Xinhua, la agencia de noticias estatal en China. “Me golpearon justo en la cabeza y cubrieron mis piernas. De repente me picaron y no podía moverme”. Esto le sucedió hace dos meses, ya tiene 13 tratamientos de diálisis y 200 puntadas, Mu sigue hospitalizada y no puede mover las piernas.
El flujo de veneno de las avispas en el cuerpo humano puede provocar reacciones alérgicas e insuficiencia orgánica múltiple que ocasiona la muerte. Los pacientes como Mu han recibido diálisis a diario para eliminar las toxinas de su organismo. Ella tiene profundos cráteres oscuros del tamaño de una herida de bala en las extremidades.
Los incidentes de esta semana impulsaron al gobierno Ankang, ciudad china más afectada a realizar una llamada de vídeo de emergencia frente a las preocupaciones locales. El Alcalde Xu Qifang añadió que la ciudad establecerá un equipo de respuesta emergencia las 24 horas.
Estos insectos pueden llegar a volar 100 kilómetros en un solo día a una velocidad de hasta 40 kilómetros por hora. Los ataques de avispas gigantes es un problema recurrente en esta región de China durante el verano. Según la policía de Angkang, 36 personas murieron y 715 fueron lesionadas de 2002 a 2005. Pero ahora se batieron todos los records al morir en sólo 3 meses 42 personas y 1.675 personas heridas.
“Se considera que este año ha sido particularmente severo”, reportó Tania Branigan, corresponsal de The Guardian. Al respecto, Li Jiuzhou, director de la Asociación Industrial de Abejas y Avispas de la región de Shaanxi, señaló que miles de estos insectos pueden vivir en un nido y que atacan a humanos sólo si son molestados o se sienten amenazados. Además, son carnívoros y pueden destruir de manera rápida colmenas de abejas.
Los bomberos de la ciudad de Ankang (epicentro de los ataques) puntualizan que el problema persistirá hasta que baje la temperatura.
Wang Xue, director de la unidad de cuidados intensivos del Primer Hospital Afiliado de la Universidad de Xi’an Jiaotong y experto de la unidad provincial de orientación sobre el tratamiento de la picadura de avispas, advirtió en un comunicado del gobierno de Shaanxi que estos insectos tienden a ser agresivos y a estar más activos durante septiembre y octubre, su temporada de apareamiento.
Las avispas inician su hibernación en diciembre, según las autoridades locales. Los representantes oficiales han enviado al menos 7 millones de yuanes a las zonas afectadas, según un comunicado de prensa del gobierno.
El clima inusualmente seco en la zona podría haber causado los ataques, señalan las autoridades. El ambiente árido facilita el apareamiento de las avispas. La urbanización también podría ser un factor, ya que los humanos han cambiado el hábitat de las avispas, se han talado bosques y matorrales para construir casas.
La Vespa mandarinia se encuentran en el este y sureste de Asia, especialmente en Japón. Cada año son reportados entre 30 y 50 muertes en Japón provocadas por esa clase de ataques, según estudios japoneses. La mayoría de las muertes son el resultado de las alergias al veneno, dijo Sunichi Makino, director general del Instituto de Investigaciones sobre Silvicultura y Productos Forestales del Centro de Investigaciones de Hokkaido.
“Es muy difícil prevenir los ataques porque los nidos de las avispas usualmente están ocultos”, dijo. Makino, especialista en entomología, advirtió que la picadura de una avispa gigante asiática era grave en comparación con la de otros insectos.
“El veneno de la avispa gigante asiática tiene una neurotoxina letal para los mamíferos, incluidos los humanos”, dijo.
Las avispas gigantes también destruyen a las abejas melíferas occidentales. Las investigaciones que se han realizado en Japón indican que la vespa mandarinia daña decenas de miles de panales de abejas melíferas cada año.
La especie alimenta a sus crías con las larvas de otros insectos y usa sus mandíbulas para cortar las extremidades y la cabeza de sus presas. El veneno de la avispa gigante es una neurotoxina tan potente que disuelve el tejido humano, según el Libro de los Récords Mundiales de Guinness.
Las avispas gigantes se sienten atraídas por el sudor humano, el alcohol y los sabores y olores dulces. Son especialmente sensibles cuando los animales o las personas corren, según Xinhua.
Una de las víctimas declaró a los medios locales a principios de este mes que “entre más corres, más te quieren perseguir”. Algunas víctimas narraron que un enjambre los persiguió por más de 200 metros.
Cada temporada de apareamiento, las avispas gigantes producen en promedio 10.000 crías. Se alimentan de otros insectos como avispas y abejas y emprenden ataques coordinados contra los panales de sus presas.
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