El Primer ministro de Ucrania, Arseni Yatseniuk, confirmó hoy que enviará una comisión especial a las regiones del sureste donde se reprime a la población rusoparlante, para investigar un supuesto robo de fondos destinados a esa operación militar.
Yatseniuk afirmó en una reunión de su Gabinete que decidió enviar a la zona de la operación a la que denominó "antiterrorista" un comité supervisor que le informe por teléfono sobre cómo se gastan miles de millones de dólares destinados por el Gobierno a la seguridad nacional y la defensa.
Llegado al poder con el aval favorable de Estados Unidos según una conversación de la subsecretaria de Estado Victoria Nuland filtrada en Internet, el gobernante informó que integrarán esa comisión representantes de las carteras de Defensa, Política Social, Salud y otros organismos.
Diversos medios de comunicación ucranianos denunciaron el uso fraudulento del dinero destinado a la operación punitiva contra la población rusoparlante de las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk, denunciada por líderes rebeldes como limpieza étnica.
En ese territorio, las Fuerzas Armadas y grupos paramilitares al servicio de Kiev han ocasionado cerca de mil muertos y heridos entre la población civil, en acciones armadas que han obligado a unas 110 mil personas huir hacia territorio de Rusia en busca de amparo.
Otros 54 mil pobladores han abandonado sus viviendas en busca de sitios más seguros dentro de esos teritorios, según la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur).
Miles de efectivos emplean en su estrategia de tierra arrasada contra ciudades y poblados aviación, blindados, sistemas de lanzamisiles múltiples, otras armas de artillería y hasta bombas de racimo y fósforo blanco prohibidas por convenciones internacionales.
Sin embargo, el portavoz del Consejo ucraniano de Seguridad Nacional y Defensa, Andrei Lisenko, reconoció la víspera que desde el inicio de las acciones represivas en abril murieron 200 militares y 619 resultaron heridos.
Recientemente, Yatsenyuk reconoció que los préstamos adelantados en mayo por el Fondo Monetario Internacional (FMI) fueron consumidos en la represión contra la población de las regiones del sureste del país.
Nadie esperaba esa gran cantidad de gastos en el presupuesto de defensa y seguridad, y en realidad los combates continúan hasta hoy, afirmó al referirse a los ataques contra la población de Donetsk y Lugansk.
Espero que nuestros socios del FMI tendrán en cuenta todos los nuevos retos y complejidades que existen en Ucrania, dijo el político pronorteamericano.
El 1 de mayo último, la junta del FMI aprobó un préstamo a Kiev valorado en 17 mil 10 millones de dólares, y seis días después los gobernantes que derrocaron al presidente Víktor Yanukóvich recibieron el primer tramo de tres mil 190 millones de la moneda norteamericana, según Yatseniuk.
La cartera de Finanzas, en tanto, cifró en dos mil millones de dólares del primer tramo del programa de préstamos los utilizados para apoyar presupuestos del Estado, en particular la represión contra la población de las regiones del sureste, según denuncias de los rebeldes confirmadas ahora por Yatseniuk.
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Prensa Latina
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