domingo, 21 de agosto de 2016

Ahora vamos a sembrar más arroz

> Las políticas alimentarias del Ejecutivo se orientan al abastecimiento seguro de este rubro principal en el consumo nacional
Predominante en el patrón de consumo de alimentos del pueblo venezolano – en el grupo de carbohidratos – el arroz, junto al maíz y el trigo, es uno de los cereales de mayor importancia universal, pues más de dos mil millones de personas en el mundo comparten una cultura alimentaria y productiva sobre la base de este grano que realiza más aportes calóricos por hectárea que cualquier otro cereal destinado al consumo humano.
En Venezuela, existe un refrán: “estás en todas partes como el arroz blanco” y es que este producto es uno de los contornos predilectos de la gastronomía nacional. Para muestra el pabellón criollo.
La explotación comercial del arroz en el país se intensificó a partir de 1953, tras la activación del plan arrocero desarrollado en la colonia agrícola de Turén, en el estado Portuguesa; pues antes era un mero cultivo de subsistencia.
En ese entonces, se sembraron 32.517 hectáreas, obteniendo un volumen de producción total de hasta 41.650 toneladas, cifra que actualmente se mantiene dispersa en mayor o menor grado, en las diferentes entidades del territorio nacional.
DEL PADDY AL ARROZ DE MESA
Debido a la necesidad de transformación del arroz paddy a arroz blanco con las características ideales para el consumo humano, las ventas directas a la industria constituyen el principal destino de la producción nacional.
Para tener una idea más clara, el arroz paddy – que es el grano tal como sale del campo – luego de ser cosechado, avanza hacia el proceso de acondicionamiento que abarca las etapas de limpieza, secado, aspirado, descascarado, pulitura, clasificación y almacenamiento
En la fase de descascarado del grano, se obtiene el arroz cargo o integral, y la cáscara o concha.
Del primero, se obtiene el arroz pulido de mesa, el arroz partido y la harina, además de otros subproductos como es el afrecho, salvado y harinilla.
El arroz pulido de mesa o arroz blanco contiene, generalmente, 95% de granos enteros, y es el que resulta del proceso de trilla luego de haber sido descascarado, pulido y seleccionado. El que se ha partido en el proceso de trilla, es clasificado como “arroz partido de segunda” o “arroz partido de tercera”.
Generalmente estos son usados en la elaboración de cerveza, crema de arroz y almidón de arroz.
Si bien es cierto que el arroz blanco se presenta al consumidor sin ningún aditivo, también existen otras presentaciones donde son enriquecidas con vitaminas y minerales, o saborizadas.
El afrecho es la capa que cubre el grano por debajo de la cáscara gruesa, la cual tiene un alto contenido de aceite y de proteína, y se destina a la industria de alimentos para animales.
La harina de arroz, por su parte, se utiliza para la elaboración de chichas, atoles, alimentos infantiles, entre otros.
Mientras que la cáscara o concha de arroz –luego de su procesamiento – se usa como fuente de fibra de alimentos para el ganado, como fuente de celulosa en la manufactura de productos químicos, como lecho en polleras y caballerizas, como agregado en la producción de concretos livianos, y también para abonos orgánicos.
Así, de acuerdo con información del Ministerio del Poder Popular de Agricultura y Tierras, aproximadamente el 90% de la producción nacional de arroz está orientada al consumo interno, mientras que el 10% se destina a la exportación, atendiendo algunos convenios con países hermanos.
CLIMA VS. CULTIVOS
Los llanos centrales y occidentales, además de algunas parroquias planas del sur y occidente, son las zonas que concentran el cultivo de este cereal en el país.
En estas regiones, con sus variantes y diferencias particulares, la siembra de arroz se realiza en dos ciclos por año, una en el período norte-verano –que abarca desde noviembre hasta abril– y otra en el período de lluvia –entre mayo y octubre– predominando los sistemas de producción bajo riego por inundación, siendo entonces el factor climático de vital importancia para la producción arrocera.
Entrevistado por Ciudad CCS, el ingeniero agrónomo Alberto Barrios, gerente general de Carteras Dirigidas del Banco de Venezuela, destacó la efectividad de este rubro que permite hasta dos cosechas anuales, ya que “se puede sembrar durante el secano –que son las lluvias – y en momentos de sequía, se puede intercalar con sistemas de riego para suplir el agua que requiera el cultivo y mantener esa agua para, inmediatamente, preparar la tierra y obtener otra producción”.
No obstante, ante este panorama, el especialista subrayó que los períodos de sequía, producto del fenómeno climatológico El Niño, han afectado negativamente los ciclos vegetativos del arroz, que oscilan entre 120 y 130 días.
Los problemas de lluvia han traído situaciones de escasez de agua que impactan en la producción del cereal. Hay productores que han hecho perforaciones, pero que parecen no ser suficientes para sembrar áreas más altas”, manifestó.
Aseveró que el rendimiento de las superficies como las que manejan los productores arroceros criollos –que según cifras del Ministerio del Poder Popular para Agricultura Productiva y Tierras (2012) ascienden a los 5.021 kilogramos por hectárea– se ha fortalecido gracias a los avances en materia tecnológica que se han desarrollado en el área como parte de las políticas implementadas desde la llegada de la Revolución Bolivariana, hace 17 años.
El rendimiento del cultivo del arroz ha mejorado sus capacidades, no solo por las herramientas tecnológicas avanzadas de precisión con nivelaciones de los terrenos que se han ido aplicando para que las aguas sean distribuidas de la mejor manera, sino también por las labores culturales aplicadas en el cultivo”, explicó.
El productor ha ido haciendo las mejoras que se requieren para mejorar su rendimiento, para que dejemos de producir rendimientos extremadamente bajos y obtener rendimientos parecidos a los que, experimentalmente, dan esos cultivos, y acordes a los requerimientos del venezolano”, exaltó.
En este contexto, Barrios refirió que hasta hace algunos años Venezuela era “autosuficiente” en la producción de arroz.
Además las inversiones destinadas por el Gobierno Bolivariano para mejorar el rendimiento de los mecanismos de suministro de líquido, entre ellos el sistema de riego de Río Guárico, en los llanos centrales del país, lograron que desde la represa Calabozo, este sistema surta a un total de 45.000 hectáreas de siembra, entre riego directo (32.000 hectáreas) e indirecto (13.000), para la producción de arroz y semilla de este rubro.
No obstante, los embates de El Niño han derivado en acciones por parte del Estado venezolano para garantizar el suministro de agua a la población de esa entidad guariqueña, como el cierre parcial de las compuertas de ese embalse en abril de 2015, que impactó, aunque en baja medida, la productividad de arroz de la zona.
Cultivo-del-arroz-en-Venezuela
SEMILLAS SOBERANAS
En cuanto a las variedades de arroz, en Venezuela se han liberado una gran cantidad desde la década de los cincuenta. Araure, Cimarrón, Fonaiap, D-Sativa, Centauro y Venezuela-21, son alguna de ellas.
Para el año 2013, el Ejecutivo nacional dio otro paso adelante hacia la consolidación de la soberanía agroalimentaria, principio que constituye uno de los objetivos del Plan de la Patria 2013-2019, legado por el Comandante Chávez y convertido en Ley de la República por el Presidente Nicolás Maduro.
Gracias al proceso de exploración en el marco del “Proyecto Nacional de Mejoramiento Genético de Arroz”, se logró la cosecha de un nuevo cultivo de arroz denominado “Soberana Fl”, en los estados Barinas y Guárico, obteniendo resultados positivos, tanto en ensayos previos, como en los campos.
Este proyecto, suscrito bajo el convenio Venezuela-Colombia, entre el Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas (INIA) y Fundarroz, respectivamente, fue posible mediante la ejecución de la Unidad de Producción Socialista de Semilla (UPSS), ente encargado de desarrollar las políticas del l Plan Nacional de Semillas, creado en 2005 por el Gobierno Bolivariano a fin de garantizar la soberanía del sector agrario y asegurar que los productores obtengan material genético de calidad para la siembra de alimentos.
El cultivar “Soberana Fl”, de acuerdo con la evaluación de expertos binacionales, arrojó un buen rendimiento de granos y comportamiento agronómico, resistencia a piricularia (hongos que ataca a las hojas), grano manchado, aunado a una moderada resistencia al virus de la hoja blanca y susceptibilidad al insecto sogata.
GRANOS A LA SIEMBRA
Por otra parte, tras la activación del Motor Agroalimentario de la Agenda Económica Bolivariana, diseñada para superar la guerra económica orquestada por sectores de la derecha nacional e internacional, además de garantizar el sagrado derecho del pueblo a la alimentación, el Ejecutivo puso en marcha el Plan de Desarrollo Agrícola, Pecuario y Agroindustrial 2016.
Con este programa se prevé incrementar en más de 20% la producción de arroz consumo y semillas de arroz en el estado Barinas, ubicado en los llanos occidentales del país, que en el 2015 sumó 17.500 hectáreas de arroz cosechadas en el ciclo invierno.
Se estima que el trabajo conjunto entre las empresas del Estado y los trabajadores del campo permitan superar las 20.000 hectáreas de cultivo del cereal en la entidad llanera.
Para reforzar la capacidad operativa de este plan, Barinas cuenta con infraestructuras especializadas y dos sistemas de riego en Sabaneta, municipio Alberto Arvelo Torrealba, y en Santo Domingo, capital de la entidad, además de unidades de producción para el riego de la producción, con pivotes y sistemas por goteo que serán reimpulsadas en esta temporada de siembra que finalizará en octubre próximo.
En este mismo estado, específicamente en la vía hacia Torunos, en la parroquia Alto Barinas, está prevista para el segundo semestre de 2016, la activación de una planta procesadora de alimento para niños que producirá hasta 240 toneladas de crema de arroz, y estará a cargo de la empresa socialista Venalcasa.
Asimismo la llegada de las lluvias a la región llanera también propiciará el cultivo de más de 430.000 hectáreas de cereales en el estado Portuguesa, previstos para el ciclo de siembra invierno de este año, que arrancó la última semana de mayo.
La meta de siembra en esta entidad, que es de 107.000 hectáreas de arroz, involucra tanto a productores financiados por la banca pública como por la privada y, además, reafirma el compromiso del sector arrocero de mantener a Portuguesa como el estado garante de más de 50% de la producción nacional de cereales para satisfacer la demanda nacional.
Para ello el Estado a través de Agropatria y en coordinación con Petroquímica de Venezuela (Pequiven),ha distribuido más de 60 % de las semillas y fertilizantes a campesinos organizados, y productores financiados por la banca pública y gremios agrícolas privados.
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Cereal oriental
Considerado el alimento básico para más de la mitad de la población mundial, el arroz -perteneciente a la familia de las gramíneas- es la semilla de la planta Oriza Sativa, especie originaria del Asia tropical y se cultiva desde el año 7000 a.C. en ese continente donde más de dos mil millones de personas obtienen del 60 al 70 por ciento de sus calorías a partir del arroz y sus productos.
Este rubro cerealero es la fuente de alimentos de más rápido crecimiento en África y tiene suma importancia para la seguridad alimentaria en un número cada vez mayor de países de América Latina y el Caribe.
Aunado al número creciente de habitantes y la necesidad de lograr la seguridad alimentaria, la progresiva escasez de recursos hídricos y las ineficientes practicas del cultivo, requieren una agricultura más sostenible.
Fenómenos climatológicos como El Niño, han afectado la disponibilidad de agua y en consecuencia la producción de este cereal.
MAIRIM ESPINEL/CIUDAD CCS
FOTOS FÉLIX GERARDI

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