> El Gobierno Bolivariano otorgó a los productores insumos para incrementar la oferta del rubro > 12 mil hectáreas son cosechadas por año
La Citrullus lanatus, como se le conoce científicamente a la patilla, pertenece a la familia de las cucurbitáceas. La patilla se caracteriza por tener un alto contenido de agua y se estima que 95% de su peso corresponde a este líquido. Aunado a esto tiene vitaminas y minerales como magnesio, potasio, ácido fólico.
El color rojo de la pulpa se debe al licopeno que contiene, así como la provitamina, que lo convierte en un excelente antioxidante natural.
Según las estadísticas aportadas en el Censo Agrícola Nacional de 2008, la producción de patilla en el país alcanzó los 213 millones 701 mil kilogramos, lo que equivale a 213 mil 701 toneladas.
En 2014, la producción tuvo un repunte de 247 mil 377 toneladas, según la Memoria y Cuenta del Ministerio de Agricultura y Tierras.
Las regiones con mayor cultivo de patilla que surten la demanda nacional son Anzoátegui, Portuguesa y Monagas con aproximadamente 123 mil 918 toneladas; seguidas por Zulia, Falcón, Guárico, Bolívar y Apure con 63 mil 897 toneladas anuales.
Entre los estados no productores de este rubro se encontraban Distrito Capital y Vargas. Sin embargo, a partir de la implementación del Plan de Siembra Urbana que realiza el Ejecutivo Nacional a fin de promover el Motor Agroalimentario contemplado en la Agenda Económica Bolivariana, cientos de familias agricultoras localizadas en estas zonas dieron inicio a la siembra de patilla.
Respecto a la superficie cosechada en el territorio nacional, esta equivale a 12 mil 380 hectáreas, las cuales son cultivadas por 2 mil 957 productores.
CONSUMO DE PATILLA
Según estadísticas suministradas por el Instituto Nacional de Nutrición (INN), el consumo de este rubro en Venezuela ha experimentado un crecimiento desde la década del 90 pasando de 4,7 kilogramos a 9,8 kilogramos per cápita anual.
PRODUCCIÓN NACIONAL
El Gobierno Bolivariano impulsó la producción de patilla en el país a través del Plan de Siembra Urbana, en articulación con el Instituto Nacional de Tierras (INTI) se realizó la adjudicación de 80 hectáreas a 20 productores del municipio Papelón en el estado Portuguesa.
Así es como la Unidad de Producción Social La Corocora inició la siembra de patilla con el objetivo de apoyar la producción en el estado.
En ese sentido, servidores adscritos al Instituto Nacional de Tierra prestaron el apoyo técnico a los agricultores para integrar pueblo y Gobierno para promover la soberanía alimentaria.
Por su parte, el ministro de Producción Agrícola y Tierras, Wilmar Castro Soteldo, hizo la entrega directa de insumos agrícolas como semillas, maquinarias, fertilizantes y todos los materiales necesarios para el proceso de cultivo.
Asimismo, en la Escuela Agroproductiva Comandante Arareño, ubicada en el Batallón Manuel Toro, en Aragua, se llevó a efecto la siembra de seis hectáreas por parte del Poder Popular, que expende las frutas a la comunidad a través de las ferias agrícolas.
También en uno de los estados donde se han implementado diferentes planes agroalimentarios es en Guárico, el cual posee un gran potencial para la producción de cereales y de frutas, en especial la patilla.
En 2012, en referida entidad se cultivó 12,5% de la superficie total sembrada en Venezuela con respecto a este rubro, lo que se tradujo en 28% de la oferta nacional en ese entonces.
EN ARTICULACIÓN CON EL ESTADO
El Gobierno del presidente Nicolás Maduro estableció la Empresa de Propiedad Social Pro Paraguaná, zona certificada por instancias sanitarias internacionales para producir esta fruta en el país.
La inversión realizada para la creación de esta planta que se encuentra ubicada en el estado Falcón, fue de 20 millones de bolívares, y la misma produce alrededor de 20 hectáreas frutales, entre las que se encuentra la patilla y el melón.
Este proyecto responde a las políticas de variabilidad de los ingresos no petroleros y también al impulso del sector agroalimentario.
PROCEDENCIA DE LA PATILLA
Los primeros vestigios de esta fruta se localizaron en Egipto y datan del año 3000 a. C. El río Nilo fue el lugar idóneo para expandir el cultivo de esta fruta. Asimismo, luego de la colonización de América, los pobladores europeos introducen esta especie a fin de esparcir su cultivo y comercialización en dicho continente.
Debido a las características que posee puede adaptarse de forma inmediata a los climas tropicales y cálidos porque su raíz profundiza muy poco en la tierra extendiéndose a lo largo del suelo.
La patilla silvestre, en comparación con la cultivada, tiende a ser de baja concentración de azúcar, pero luego de varias mutaciones se logró dulcificar el rubro.
VARIEDADES DE LA FRUTA
La planta de la patilla es rastrera y monoica, es decir, contiene varias unidades reproductivas y puede alcanzar cuatro metros de longitud. Su sistema radial es muy similar al melón, ya que suele ser extenso y superficial.
En el mercado se pueden encontrar dos tipos de esta fruta. La patilla diploide que es la más común en la dieta del venezolano.
Esta tiene como particularidad su forma esférica o alargada, su color en la corteza es verde oscuro y su pulpa de rojo intenso.
En cambio, la patilla triploide es cultivada a partir del cruce que se hace con la diploide. Las frutas que se obtienen a partir de esta mutación presentan semillas blandas.
JENNIFER MATHEUS / CIUDAD CCS
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