El Boeing 777 desapareció de los radares la madrugada del sábado. (Foto EFE)
AFP
Las tareas de búsqueda del Boeing 777 de Malaysia Airlines desaparecido la madrugada del sábado se concentraban este lunes en un objeto que podría ser un bote salvavidas volcado, después de dos días de esfuerzos infructuosos.
Más de 48 horas después de su desaparición, continúa siendo un misterio el destino del vuelo MH370 entre Kuala Lumpur y Pekín, en el que iban 227 pasajeros de 14 nacionalidades diferentes, entre ellos 153 chinos, y 12 tripulantes.
Este lunes, las autoridades malasias dijeron haber avistado un objeto que podría resultar bote. "Acabamos de recibir una información según la cual un avión vio algo parecido a un bote salvavidas volcado", declaró el jefe de la aviación civil malasia, Azharuddin Abdul Rahman.
"Estamos poniéndonos en contacto con nuestros homólogos [extranjeros] y enviando barcos a la zona para comprobar el objeto, las partes", agregó.
Por su lado, la aviación vietnamita localizó el domingo a 80 km de la isla de Tho Chu, frente a su costa sur, dos objetos que podrían proceder del avión, lo cual no ha sido aún confirmado, según el jefe de la aviación civil malasia.
Frente a las costas de Malasia aparecieron manchas de petróleo, no lejos del lugar donde los controladores aéreos perdieron el contacto con el aparato. Sin embargo, según los resultados de los análisis el combustible no pertenece al Boeing 777 de Malaysia Airlines.
"Este carburante no se utiliza en los aviones" sino en los barcos, declaró la portavoz de la policía marítima malasia, Faridah Shuib.
Las autoridades malasias abrieron el fin de semana una investigación por terrorismo, tras descubrirse que al menos dos pasajeros volaban con pasaportes robados, y seguían buscando en zonas más cercanas a su costa, al sur de Tho Chu.
El Boeing 777 desapareció de los radares la madrugada del sábado en algún lugar entre Malasia y Vietnam, una hora después de su despegue.
Basándose en la información de los radares, el ejército malasio apuntó el domingo a la posibilidad de que el avión diera media vuelta tras despegar de Kuala Lumpur. Pero esa media vuelta, según la compañía, debería haber activado las alertas, cosa que nunca ocurrió.
Muchos interrogantes
La presencia a bordo de cuatro personas sospechosas, dos de ellas con pasaportes europeos falsos y "rasgos asiáticos" según las autoridades malasias, suscitaba muchos interrogantes.
En la lista de pasajeros aparecen los nombres de un austríaco llamado Christian Kozel, y un italiano, Luigi Maraldi. Ninguno de los dos iba a bordo.
A los dos les robaron el pasaporte en Tailandia en 2012 y 2013, según confirmó Interpol.
La policía tailandesa investiga un posible tráfico de pasaportes en Phuket, un lugar de veraneo del sur del país, donde le robaron el documento a Maraldi.
Las autoridades locales confirmaron también que cinco pasajeros con plazas reservadas registraron sus maletas y luego no se presentaron al embarque.
Malaysia Airlines asegura que aisló esas maletas en cuanto constató su ausencia a bordo, antes del despegue del avión.
Mientras las familias de los pasajeros esperaban angustiadas en Pekín y Kuala Lumpur, las autoridades chinas metieron presión a las autoridades malasias y criticaron su gestión.
"A la vista de la situación, Malasia necesita intensificar sus esfuerzos", dijo a la prensa este lunes el portavoz del ministerio chino de Relaciones Exteriores, Qin Gang.
Según la prensa oficial china, Pekín enviará este lunes un equipo de expertos para ayudar en la investigación.
Estados Unidos, que tenía a tres ciudadanos a bordo, envió a agentes del FBI y destacó que de momento no tiene ninguna prueba que apunte a un acto terrorista. También irán a Malasia consejeros técnicos de la empresa Boeing.
En total participan en las tareas de búsqueda unos 40 buques y 34 aviones de diversos países (China, Vietnam, Malasia, Filipinas, Singapur y Estados Unidos).
El Boeing 777-200 llevaba a bordo 239 personas, entre ellas dos niños pequeños. Además de los 153 chinos había 38 malasios, siete indonesios, seis australianos, cuatro franceses y tres estadounidenses.
Si el avión cayó al mar, sería la catástrofe aérea más grave de un avión de línea desde 2001, cuando un Airbus A300 de American Airlines causó 265 muertos en Estados Unidos.
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