Hace 50 años la guerrilla llamó al diálogo

07/06/14.- A mediadios de abril de 1964, hace ahora más de 50 años, se produjo la primera propuesta de pacificación y diálogo por parte de la incipiente guerrilla colombiana radicada en el municipio de Planadas, departamento del Tolima. 
La República de Marquetalia, como se hacía llamar el grupo insurgente radicado en la zona, estaba conformada por campesinos liderados por Pedro Antonio Marín,  alias Manuel Marulanda o Tiro Fijo, quien por aquellos días apenas tenía 18 años. Este grupo llamó a la paz luego que el gobierno colombiano activara en la zona el fracasado Plan LASO (Latin American Security Operation), el cual contó con la participación de efectivos de las fuerzas armadas colombianas y de los Estados Unidos.

Esta acción fue denunciada por el semanario La Voz, que reseñó: “los campesinos de Marquetalia llamaron al Gobierno al diálogo y a buscar un acuerdo político que evitara la confrontación”.

Según el periódico, “contribuyeron en esta dirección la directiva nacional del Partido Comunista Colombiano, algunos parlamentarios liberales, entre ellos varios del MRL de Alfonso López Michelsen, y conocidos prelados de la Iglesia católica, como monseñor Germán Guzmán y el padre Camilo Torres”.

No obstante la iniciativa para lograr un entendimiento del grupo insurgente, el presidente de la República de entonces, Guillermo León Valencia, había anticipado su compromiso político y militar con EEUU durante una alocusión del 8 de agosto de 1962 “Nos consideramos dentro de la órbita de Estados Unidos de América, como potencia hegemónica”. Asimismo ordenó la clausura de La Voz con el argumento de que la información sobre la propuesta de paz “era mentirosa”.

LASO: HUMILLANTE DERROTA

El 8 de mayo de 1964 el teniente coronel José Joaquín Matallana, comandante del batallón Colombia, saltó de un helicóptero Iraquois, de fabricación estadounidense, sobre las ramas de los árboles que dominaban la parte alta de la zona controlada por la República de  Marquetalia.

Detrás de él, tres helicópteros dejaron caer más de un centenar de soldados con la misión de tomar a como diera lugar el pequeño pueblito de unas 50 familias. Según documentos del Ejército,  en la operación participaron 975 efectivos, discriminados así: asalto por tierra, 550 efectivos del batallón Rooke;  90, de los grupos de Inteligencia y Localización (GIL); 130, de la Compañía de Lanceros de la 8va Brigada; 30, de otras fracciones. Asalto por aire, 13 hombres de la plana mayor del batallón Colombia; 147 soldados de la Compañía Bolívar del mismo batallón; 3 hombres del Grupo de Control Aerotáctico de la FAC; 3 guías y baquianos; 9 tripulantes (2 helicópteros Kaman, 2 Iraquois y uno de observación).

Además de los anteriores refuerzos, se desplegaron mil 425 efectivos: 420 del batallón Tenerife, 500 del batallón Boyacá, 450 del batallón Caycedo y  55 de otras fracciones, para un total de dos 400 hombres.  A pesar del desproporcionado cerco  por tierra y aire,  los hombres liderados por Marulanda pudieron evadirse sin una sola baja en sus filas y además evacuar sana y salva la mayor parte de los pobladores. Aun hoy, los expertos no han podido explicar cómo lo lograron, pero el fracaso de la acción fue también el primero y más resonante triunfo de la guerrilla.

Ese mismo mes, Marulanda  y varias docenas de hombres, dispersados por la acción militar, se internaron en la selva y el 30 de mayo de 1964 crearon  oficialmente el llamado Bloque Sur, la primera insurgencia guerrillera en Colombia. El 5 de mayo de 1966, la Segunda Conferencia del Bloque Sur oficializó la  formación de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el 27 de mayo de 1964 se produjo su acto fundacional.

Cinco guerras en 45 años

En 2009 el líder de la revolución cubana Fidel Castro escribió el libro La Paz en Colombia. En su narración, En esa obra, Fidel relata cómo se produjo la instalación de la Mesa de Diálogo el 7 de enero de 1999 en San Vicente del Caguán, encabezada por el comandante Raúl Reyes, por las FARC-EP, y el presidente de entonces Andrés Pastrana.

En esa ocasión, señala el comandante, Pastrana expresó:  “no debemos olvidar que la diferencia entre la guerra y la paz es que en la guerra los padres entierran a sus hijos y en la paz son los hijos los que entierran a sus padres”.

Además, el exmandatario aseguró estar preocupado por las muertes que causa la violencia:  “Colombia no puede seguir dividida en tres países: un país que mata, el otro que muere y un tercer país, horrorizado, que agacha la cabeza y cierra los ojos”. “Colombianos, la hora de la paz ha llegado y nada podrá detenernos”.

HACIA EL DIÁLOGO INTEGRADOR

El jefe insurgente Raúl Reyes, a su turno, expresó  que “contra nosotros se han desencadenado cinco guerras en 45 años: una a partir de 1948; otra a partir de 1954; otra a partir de 1962; otra a partir del 18 de mayo de 1964, cuando los altos mandos  declaran oficialmente la Operación Marquetalia, y ésta que enfrentamos desde  1990, cuando el dictador Gaviria y otros mandos militares iniciaron la operación de exterminio contra el Secretariado de las FARC, y de agresión militarista”.

“Convocamos al pueblo, a las organizaciones de masas, a sus dirigentes; a los partidos políticos; a las fuerzas democráticas; a los militares patriotas; a los progresistas y a la izquierda; a las negritudes, a los pueblos indígenas; a las iglesias, concluyó.

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Ansiada paz

A propósito del 50 aniversario de las FARC, y recordando el acoso al pequeño poblado ubicado en el municipio de Planadas, del departamento del Tolima y el fracaso militar que significó la operación militar de 1964 contra la República de Marquetalia, el actual comandante del Estado Mayor Central de las FARC-EP, Timoleón Jiménez, reveló que “fue por todos ellos, por evitar sus lágrimas y angustias, que desde los tiempos de Marquetalia, Manuel Marulanda Vélez, Jacobo Arenas, Hernando González Acosta, Jaime Guaracas, Miguel Pascuas, Fernando Bustos, Judith Grisales, Myriam Narváez y los demás integrantes del grupo de nuestros 48 fundadores, clamaron por una solución política, dialogada y pacífica”, para poner fin a la  confrontación entre militares y civiles.

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Cifras alarmantes

De acuerdo al informe ¡Basta ya! Colombia: memorias de guerra y de dignidad, elaborado por el Centro Nacional de la Memoria Histórica de Colombia, un total de 220 mil ciudadanos perdieron la vida entre 1958 y 2013 por causa del conflicto armado; 176 mil de ellos eran civiles. En 59% de los casos, los responsables de los crímenes fueron los paramilitares.  Además 10 mil 189 personas han sido lesionadas por minas antipersonas. Igualmente al menos 27 mil 23 secuestros que se han producido en el vecino país están asociados a la guerra prolongada. El balance del documento indica asimismo que los desplazados por la violencia armada en los últimos 55 años (4,7 millones de colombianos) representan la población total de países como Irlanda, Costa Rica o el Congo.